La primera vacuna en polvo inhalable contra el sarampión pronto estará lista para su evaluación en humanos, anunciaron investigadores en un encuentro de la Sociedad Química Estadounidense, en Washington. El doctor Robert Sievers, de la Universidad de Colorado en Boulder, quien dirige el desarrollo de la inmunización, destacó que la meta es crear una vacuna viable para las zonas aisladas de los países en desarrollo, donde no se cuenta con agua potable, refrigeración ni agujas esterilizadas o descartables y en las que el sarampión es endémico. Esta enfermedad causa la muerte de más de 900 000 niños anuales en las regiones más pobres del mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El equipo de investigadores pretende comenzar las pruebas de la vacuna el próximo año en la India, indicó Sievers. Básicamente, para crear la vacuna se mezcla una forma debilitada del virus con dióxido de carbono “supercrítico" -parte líquida y parte gaseosa- para producir burbujas microscópicas y gotas que después se secan para generar el polvo inhalable. Este polvo puede ser almacenado durante al menos un año de 2 a 8 grados Celsius. Además, también supera la prueba -de la OMS- de siete días a 37 grados, ya que sigue siendo potente en esas circunstancias, señalaron los expertos. El equipo de investigadores creó inhaladores de bajo costo para el polvo, “con desarrollos prácticamente equivalentes a los de un inhalador activo aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA)”, precisaron. El polvo es sellado en sacos individuales para minimizar la contaminación. “Con una inhalación profunda (de un saco) un niño podría ser vacunado eficientemente", agregaron. Uno de los desafíos es que el costo no exceda los 26 centavos de dólar por dosis, que es el precio de las vacunas inyectables disponibles en la actualidad. Esa meta básicamente se cumplió, dado que el costo actual de la inmunización se aproxima a los 17 centavos y el dispositivo de aplicación costaría unos 10 centavos, explicó Sievers. Aunque el concepto de usar polvo inhalable para administrar la vacuna contra el sarampión llegó como respuesta a los desafíos de salud pública que imponen las regiones pobres y remotas, Sievers cree que este enfoque también “es maravillosamente aplicable a una vacuna contra la influenza”. “Es tan prometedor que debemos comenzar a trabajar para otras indicaciones, agregó el especialista. Fuente: Nueva York, agosto 27/2009 (Reuters Health) |