El laboratorio farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) y el estadounidense Human Genome Sciences (HGS) anunciaron resultados positivos de ensayos clínicos de un tratamiento contra el lupus eritematoso, una enfermedad inflamatoria crónica. Tras pasar con éxito la fase 3 de ensayos clínicos, la última de las autorizaciones necesarias para la comercialización, el Benlysta (cuyo nombre científico es belimumab) "podría ser el primer tratamiento autorizado en décadas para los enfermos de lupus", indicaron GSK y HGS. "Los resultados (de los estudios de fase 3) mostraron que el belimumab, asociado con un tratamiento estándar, llevaron en una proporción estadísticamente importante una mejora del estado de los pacientes en un horizonte de 52 semanas, en comparación con aquellos que tomaban solo el tratamiento estándar", agregaron en un comunicado conjunto los dos laboratorios. La eficacia del belimumab, "generalmente bien tolerado" por los enfermos, se traduce en una baja de los anticuerpos típicos del lupus y de las señales de actividad de la enfermedad, observaron GSK y HGS, asociados desde 2006 para el desarrollo de esta molécula. "Asumiendo resultados positivos de nuestro segundo ensayo de fase 3, previstos para noviembre, nosotros y GSK planeamos solicitar una autorización (de las autoridades sanitarias) para comercializar el medicamento en Estados Unidos, Europa y otras regiones en el primer semestre de 2010", dijo Thomas Watkins, presidente de HGS, citado en el comunicado. Según los dos laboratorios, hace 50 años que no se presenta en el mercado un medicamento contra el lupus. "Benlysta es el primer fármaco desarrollado específicamente para el lupus que alcanza esta última etapa de pruebas clínicas con resultados positivos", señaló Carlo Russo, vicepresidente de la unidad Biopharm de GSK. El lupus eritematoso, una enfermedad autoinmune que afecta a unos 5 millones de personas en el mundo (1,5 millones en Estados Unidos), se manifiesta frecuentemente por dolores articulares intensos, lesiones cutáneas del rostro y afecciones renales más o menos severas, y puede alcanzar a los sistemas nervioso y sanguíneo. Fuente: Washington, julio 20/2009 (AFP) |