Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La directora de Salud y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, ha asegurado que la agresividad del virus de la gripe A(H1N1) “sigue baja”, a pesar de que se están produciendo, “como se esperaba”, las primeras muertes por su causa, tal y como predecía uno de los modelos que se barajaban para anticiparse a su evolución.
 
Sin embargo, también ha advertido de que las previsiones sobre el futuro desarrollo de la pandemia son “difíciles” y que, por ello, las autoridades sanitarias mantienen “el nivel de preocupación constante que se ha mantenido desde la aparición de la enfermedad, pero sin alarmismos ni excesos de miedo. Estamos muy atentos y cuando llegue la estación más fría, se verá su evolución”.
 
 
No ha cambiado la virulencia
 
No se puede ser excesivamente pesimista ni optimista sobre la pandemia, “simplemente seguir su evolución con serenidad y mucha ciencia” detrás de las medidas que se pongan en marcha. Y es que “parece que su virulencia no está cambiando, aunque las muertes están llegando, como se esperaba, aunque la mayor parte de los casos presentan síntomas leves”.
 
Con respecto a la vacunación, la experta defiende la necesidad de “ir operando por situaciones epidemiológicas”, es decir, observar el comportamiento del virus para decidir, y “apuntar fino” a la hora de precisar el grupo de población que necesitará ser vacunado para poder usar esta herramienta “de la forma más eficaz posible y emplear los fondos con los que se cuentan también de forma eficaz”.
 
En este sentido, Neira ha asegurado que la OMS está “explorando todas las vías” para resolver “la dificultad o falta de solidaridad” que pueden encontrar los países con menos recursos económicos a la hora de adquirir las vacunas contra esta gripe, en concreto “buscando fondos, negociando precios y viendo nuevas patentes. Todas las vías van a ser exploradas y esperamos encontrar alguna solución inteligente, creativa y solidaria”.