La crisis económica mundial pone en peligro los logros obtenidos en los últimos años en la lucha contra la expansión del sida y el tratamiento de las personas infectadas por el virus, alertó la Agencia de Naciones Unidas para el sida (ONUSIDA). Esta agencia de las Naciones Unidas señala que se espera un crecimiento de la mortalidad y la morbilidad por una interrupción inesperada de los tratados del programa ONUSIDA en 71 países donde residen 3,4 millones de personas sometidas a tratamiento antirretroviral, un tercio de los pacientes que lo necesitan, según las estimaciones,. Con respecto a la mortalidad y morbilidad, el informe indica que aumentarán debido a que “no se cumplirán los compromisos financieros de apoyo a la intensificación del acceso al tratamiento antirretroviral, lo que conlleva el riesgo de provocar muertes por enfermedades ligadas al VIH y que podrían haberse evitado". En relación a los mayores riesgos de transmisión, recuerda que “cesar un tratamiento influye en la transmisión del VIH en la medida en la que los individuos infectados son más contagiosos. Para las mujeres embarazadas, el cese del tratamiento antirretroviral se traduce en un aumento del número de niños nacidos seropositivos". El hecho de dejar un tratamiento para retomarlo después “hace probable una resistencia a los medicamentos que anula el efecto buscado, lo que puede derivar en la necesidad de un tratamiento más costoso, de segunda línea a largo plazo". Además, los servicios de salud pública se saturarán en el momento en que los recortes presupuestarios sean más fuertes dado que aumentarán las consultas e internamientos por enfermedades ligadas al sida, precisa el informe. Los expertos consultados coincidieron en destacar que esperan que “se ponga en entredicho el carácter accesible de los tratamientos antirretrovirales" por varias razones. Entre ellas están el aumento del precio por la depreciación de la tasa de cambio; la disminución del acceso a los alimentos, claves para poder soportar el tratamiento; la no disponibilidad de medicamentos a causa de las restricciones presupuestarias y el corte de la ayuda exterior. Las personas que participaron en la encuesta en el 31% de los países estudiados, que cuentan con un 1,8 millones de personas que toman antirretrovirales, consideran que esto repercutirá de forma negativa en los tratamientos este año. Asimismo, los entrevistados en el 11% de los países aseguran que las consecuencias se han hecho sentir. Los programas de prevención parecen especialmente amenazados, dado que en 34 países donde reside el 75% de las personas con sida pueden realizarse recortes a las ayudas destinadas a estos proyectos. Por regiones, hay consenso en que la crisis tendrá efectos en el África Subsahariana, Europa del Este y Europa Central y el Caribe, mientras que no existe certeza de que haya repercusiones en África del Norte, Medio Oriente, América Latina y Asia. Aunque los logros en la lucha contra la expansión del sida han sido numerosos, en el mundo hay cuatro millones de pacientes afectadas por los tratamiento, 14 millones de huérfanos que requieren atención médica y casi cinco nuevas infecciones por cada dos personas que se someten a terapia. Según los últimos datos, 33 millones de personas viven en el mundo con el VIH. ONUSIDA: http://www.unaids.org/ Fuente: Ginebra, julio 6/2009 (EFE) |