Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un nuevo test que sirva para buscar piezas de ADN anormalmente largas puede representar un método sencillo y barato de detectar el cáncer en estadios tempranos, según muestran en un artículo de "Cancer Research" investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos).



Explican que cuando las células normales mueren, liberan en el torrente sanguíneo fragmentos de ADN, pero que cuando mueren las células tumorales, esos fragmentos son más largos. Así, buscar esas piezas de mayor tamaño en la sangre podría, en teoría, ser un procedimiento útil para la detección del cáncer cuando hay más probabilidades de curarlo.



Los investigadores han ensayado el test en 61 pacientes con tumores ginecológicos y de mama y en 65 personas sin cáncer. El nuevo método sólo detectó dos tercios de los casos de cáncer, pero no dio ningún resultado falso positivo.