En un estudio que disminuye drásticamente la necesidad de cirugía para prevenir el cáncer de esófago, un grupo de médicos informó que puede reducir de forma amplia el riesgo de un tipo de tumor usando ondas de radio para quemar células de apariencia sospechosa. El esófago de Barrett, una condición en la que el reflujo ácido hace que las células ubicadas en la entrada del estómago se vuelvan anormales, se presenta en una de cada 62 personas estadounidenses, aunque la mayoría no tienen células precancerosas. Pero cuando generan un tumor, la tasa de supervivencia de los pacientes en cinco años disminuye a un 15%. El cáncer de esófago causa la muerte de unas 14 000 personas anuales, en Estados Unidos. El equipo del doctor Nicholas Shaheen, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, evaluó a 127 pacientes con esófago de Barrett a los que se les aplicó el tratamiento de calor conocido como ablación por radiofrecuencia, o un procedimiento placebo. Las células anormales desaparecieron en casi el 78% de los pacientes que recibieron la terapia de calor, comparado con el 2% de los que integraron el grupo control que se sometió a una falsa cirugía. Después de un año, el 9,3% de las personas que recibieron la terapia placebo desarrollaron cáncer de esófago, comparado con el 1,2% de los pacientes con células sospechosas eliminadas, indicaron los expertos en la revista New England Journal of Medicine (NEJM). Los resultados se presentaran en un encuentro médico la próxima semana, debido a que sólo cinco pacientes en el estudio desarrollaron cáncer, las conclusiones no son completamente confiables. “El estudio fue diseñado para ver si podíamos librarnos del esófago de Barrett, no del cáncer”, dijo Shaheen durante una entrevista telefónica. “El hecho de que halláramos una diferencia entre los grupos en cuanto al cáncer fue un poco sorpresivo e inesperado. Realmente nos da esperanza de que esta puede ser una forma de disminuir las posibilidades de cáncer en estos pacientes”, añadió el científico. Después de que se descubren células precancerosas en un paciente con esófago de Barrett se realiza la técnica como una cirugía ambulatoria. Las ondas de radio destructoras de las células se aplican insertando sondas en la base del tubo de alimentación humano. El procedimiento de 45 minutos de duración tiene algunos efectos colaterales el más común, el dolor en el pecho, que suele desaparecer después de una semana. Un enfermo presentó sangrado y a seis pacientes se les repitió el procedimiento porque su esófago se cerraba. NEJM: http://content.nejm.org/ Fuente: Boston, mayo 28/2009 (Reuters) |