Cerca de 69 millones de estadounidenses de más de 40 años tienen algún tipo de disfunción del oído interno que causa mareos y hace que sean 12 veces más propensos a sufrir caídas serias, según muestra una encuesta llevada a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) y publicada en el último número de la revista Archives of Internal Medicine (2009;169:938-944). Más de 22 millones de personas no son conscientes de su riesgo, en su mayoría porque no tienen incidentes previos de mareos o caídas súbitas, señalaron los investigadores, que encuestaron a más de 5.000 hombres y mujeres mayores de 40 años. En comparación con los que tenían un sentido del equilibrio saludable, los que tenían una disfunción del oído interno pero que no habían experimentado síntomas, eran tres veces más propensos a sufrir una caída potencialmente letal. Asimismo, aquellos que ya habían presentado síntomas tenían un riesgo 12 veces mayor. La encuesta encontró que el 85% de los encuestados mayores de 80 tenía un problema de equilibrio, una tasa 23 veces mayor que los que vivían en su cuarentena. Además, los diabéticos eran 75% más propensos a tener problemas de equilibrio que los que no tenían la enfermedad. En palabras del Dr. Lloyd B. Minor, investigador principal del estudio, “los desequilibrios vestibulares deben ser tomados en cuenta seriamente, debido a que las caídas pueden ser fatales y las lesiones dolorosas, además de conducir a estancias hospitalarias más prolongadas y conllevar a una pérdida significativa de la calidad de vida”. Las caídas accidentales son una causa importante de muerte y lesión entre los mayores. Cada año, las caídas acaban con la vida de unos 13.000 adultos mayores en Estados Unidos y provocan más de 1,5 millones de visitas a los servicios de emergencias hospitalarios. Como concluyen los investigadores, “nuestra encuesta muestra que las pruebas de equilibrio necesitan formar parte de la atención primaria básica y que todos los médicos necesitan monitorizar y examinar a sus pacientes para detectar la disfunción vestibular y, en consecuencia, tomar medidas preventivas que les protejan de las caídas” |