De acuerdo con los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la de Estados Unidos y publicado en el último número de la revista International Journal of Cancer (2009;124:2430-2435), el consumo de carne roja (total, roja, procesada o cocida a altas temperaturas) no se asocia con un incremento del riesgo de desarrollo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. La bibliografía recoge numerosos estudios que sugieren que las mujeres que consumen mucha carne roja y procesada tienen una mayor propensión a desarrollar cáncer de mama. Y es que las grasas saturadas, halladas fundamentalmente en los productos animales, se han vinculado con un mayor riesgo de cáncer de mama en muchos trabajos de investigación. Los resultados actuales derivan de la evaluación de 120.755 mujeres que tomaron parte en el NIH-AARP Diet and Health Study, trabajo en el que las participantes informaban sobre sus hábitos alimenticios –cantidad y frecuencia– al ingresar al estudio, entre 1995 y 1996. También informaron sobre los métodos de cocción de la comida. A los ocho años, 3.818 mujeres habían desarrollado cáncer de mama. Según los investigadores, dirigidos por el Dr. Geoffrey C. Kabat, el riesgo de tumores mamarios no se vinculaba con el consumo total de carne, ya sea roja, blanca, procesada o cocida a altas temperaturas, o con su nivel de cocción. Los investigadores destacan que el estudio incluyó información detallada sobre los métodos de preparación de la comida, concluyendo así que “los resultados no respaldan la hipótesis de que la elevada ingesta de carne esté relacionada con un mayor riesgo de cáncer de mama”. |