Si una mujer embarazada es obesa, la capacidad de una ecografía para identificar anormalidades fetales es menor, según revela un estudio desarrollado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Obstetrics and Gynecology (2009;113:1001-1007). Los hallazgos provienen de un estudio llevado a cabo con 11.135 embarazadas, en las que la ecografía se realizó entre las semanas 18 y 24 de gestación. En la primera visita prenatal, el índice de masa corporal (IMC) de la madre fue clasificado como normal en el 39% de los casos, de sobrepeso en el 34% y de obesidad en el 27%. El número de bebés que nació con anormalidades se elevó hasta los 181, según informa el equipo de la Dra. Jodi S. Dashe. La ecografía, ultrasonido o ultrasonografía estándar detectó el 53% de las anormalidades en la etapa fetal, mientras que un examen más detallado realizado por médicos con experiencia en diagnóstico prenatal identificó un 68%. Entre las pacientes que se sometieron a una ecografía estándar, la capacidad de detectar anormalidades disminuyó a medida que aumentaba el peso corporal de la madre. Por ejemplo, en las mujeres de peso normal, se identificaron el 66% de los defectos, mientras que en las pacientes muy obesas, la tasa de detección cayó a apenas el 25%. Entre las mujeres que se sometieron a ecografías más especializadas, en cambio, no se hallaron diferencias según el peso materno en las tasas de detección de anormalidades. Los defectos fetales suelen pasarse por alto en las mujeres diabéticas. Los autores creen que esto está vinculado con el hecho de que esas pacientes con frecuencia tienen mayor obesidad abdominal, localización donde se realiza el ultrasonido. |