Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Cardiólogos del Cedars-Sinai Medical Center (Estados Unidos), junto con colaboradores suecos de la Universidad de Malmö, publican dos artículos en "Arteriosclerosis, Thrombosis & Vascular Biology" sus avances hacia la consecución de una vacuna que pueda utilizarse regularmente para prevenir infartos de miocardio e ictus.



Su investigación ha utilizado ratones genéticamente modificados para desarrollar arteriosclerosis rápidamente. Los investigadores han conseguido que desencadenen una repuesta inmunitaria protectora, incrementando significativamente los niveles de inmunoglobulina gamma G (igG), anticuerpo que ofrece protección frente a la arteriosclerosis. Sus resultados con los roedores muestran que su estrategia disminuyó la aterosclerosis en un 60% en comparación con ratones no inmunizados.



Explican que cada vez existe más evidencia de que la infección y la inflamación contribuyen al proceso aterosclerótico.



Por ejemplo, comentan que investigaciones previas han permitido observar que el virus de la gripe acelera la formación de la placa de ateroma en ratones genéticamente susceptibles de desarrollar hipercolesterolemia. Asimismo, han comprobado que el citado virus neutraliza los efectos protectores del colesterol HDL.



También citan estudios observacionales que han mostrado que la vacuna de la gripe reduce el riesgo de infarto de miocardio, ictus y muerte de forma significativa, aspecto que se está estudiando ahora en un ensayo clínico aleatorizado. Del mismo modo, se ha visto en ratones que la vacuna antineumocócica reduce la formación de la placa de ateroma mediante un mecanismo en el que no está implicada la infección por neumococos.



Por todo ello, los investigadores tratan de desarrollar una vacuna que se administre en la infancia y que interrumpa el proceso inflamatorio que conduce a largo plazo a la enfermedad cardiovascular.



Sus experimentos se centran en una respuesta inmune recién descubierta que tiene lugar dentro de las partículas dañadas por el oxígeno en las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Inyectaron componentes proteínicos específicos de las LDL 013a los que llaman secuencias de péptido apoB-100- para desencadenar esa respuesta inmunitaria en los ratones genéticamente manipulados, consiguiendo reducir el proceso aterosclerótico. Además de ser propensos a esta enfermedad, a las 10 semanas iniciaron una dieta rica en grasas, pera que se elevara su colesterol a niveles extremadamente altos. Diez de los animales recibieron inyecciones con los componentes citados a las 6 semanas y de nuevo a las 9 semanas. Otros diez no recibieron las secuencias de péptidos. A las 25 semanas se analizaron muestras de sangre y tejidos, comprobando que la vacuna había protegido a los ratones del primer grupo, resultados que hacen que esta estrategia sea prometedora hacia el desarrollo de una vacuna preventiva frente a la arteriosclerosis.



Arteriosclerosis, Thrombosis & Vascular Biology 2003;23:872-878