Científicos revelaron que han desarrollado dos importantes avances en la lucha para aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. En estudios divulgados en la revista Science, expertos del Centro Médico de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y de la Universidad de Stanford (California), indicaron que en ambos casos estos avances profundizan el conocimiento de la enfermedad y abren el camino para nuevos tratamientos. En Estados Unidos la condición afecta a más de 1,5 millones de personas. La enfermedad de Parkinson es un trastorno cerebral que causa temblores, rigidez y problemas con el equilibrio. Uno de los métodos desarrollados en ratas con la afección consiste en la estimulación eléctrica de la espina dorsal en vez del cerebro, lo que reduce los síntomas de la enfermedad. Este procedimiento puede ser una forma más efectiva y menos invasiva del tratamiento. La estimulación fue aplicada con un aparato que se adhirió a la columna vertebral de las ratas que tenían bajos niveles de dopamina característicos en las personas con la enfermedad en etapas avanzadas. Cuando el dispositivo se accionó, la lentitud y la rigidez de los animales se transformaron en movimientos acelerados propios de ratas saludables. Según el informe, el cambio se registró en la mayoría de los casos a los 3,35 segundos después de la estimulación eléctrica sobre la médula espinal. El tratamiento “es fácil de aplicar, menos invasivo que la estimulación cerebral directa y su uso podría generalizarse junto con las medicinas que se recetan para tratar la enfermedad", dijo Anne Deane, profesora de neurociencias de la Universidad de Duke. El otro método que ha logrado reducir los síntomas en pruebas con ratas es el de la estimulación óptica, pero no en zonas específicas del cerebro sino en los axones del núcleo subtalámico. Los axones son las conexiones entre las zonas del núcleo con la superficie cerebral, que provoca que el tratamiento sea menos invasivo. Este procedimiento ayuda a comprender mejor los circuitos cerebrales y puede conducir al desarrollo de nuevos tratamientos. “Debido a que estos axones provienen de zonas cercanas a la superficie cerebral, las nuevas terapias son menos invasivas que la estimulación profunda del cerebro", señaló Karl Deisseroth, profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta, de la Universidad de Stanford. Science: http://www.sciencemag.org/ Fuente: Washington, marzo 20/2009 (EFE) |