Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El Congreso uruguayo aprobó en el día de ayer la ley por la que se reconoce el “derecho a morir” de los enfermos en estado terminal, que a partir de ahora pueden oponerse a recibir tratamiento médico para prolongar la vida innecesariamente. La norma, de todas maneras, queda aún pendiente de la promulgación por parte del Gobierno.
 
En un acalorado debate, la Cámara de Diputados dio luz verde a la propuesta gracias a los 44 votos a favor registrados entre los 62 legisladores presentes. El proyecto fue promovido por un legislador del partido gobernante Frente Amplio, de izquierdas, y por otro del opositor Partido Colorado, de derechas.
 
La ley no sólo faculta a los propios enfermos para tomar la decisión de terminar con su vida, sino también a los familiares en el caso de que el paciente se encuentre inconsciente y previamente haya expresado su voluntad al respecto. No obstante, la condición de enfermo terminal deberá ser certificada por el médico al cargo del tratamiento y por un segundo facultativo.
 
El diputado del Partido Colorado Washington Abdala destacó que “si hay una persona que se está muriendo, lo que dice (la ley) es déjenme morir con dignidad, sáquenme de encima cualquier tipo de aplicación terapéutica y déjenme morir con dignidad, esto es algo que Uruguay tiene que tener legislado. Es el derecho del paciente y también del derecho del médico, para que esté amparado a actuar de esta forma”