Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Según las conclusiones de un estudio desarrollado conjuntamente por científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Circulation (2009;119:1116-1123), el consumo habitual de café puede disminuir ligeramente el riesgo de sufrir un ictus en mujeres no fumadoras.
 
Concretamente, los autores observaron que las mujeres que consumían dos o más tazas de café al día tenían un 20% menos de riesgo de sufrir un ictus que aquellas que no bebían café.
 
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron los hábitos dietéticos y estilos de vida de 80.000 enfermeras estadounidenses, a las que se les contactaba cada dos años para conocer su consumo de café, té y otras bebidas con cafeína y, con esta información, calcular su consumo medio habitual. Además, se contactó con sus centros de salud para saber cuáles de ellas padecieron un ictus, y después de 24 años de seguimiento, se documentaron 2.280 casos de ictus en estas mujeres.
 
Además, los autores también tuvieron en cuenta los factores que incrementan el riesgo de sufrir un ictus, como son la edad, ser fumador, tener exceso de peso, ser sedentario, consumir alcohol y una dieta no saludable. Por ello, en sus análisis eliminaron el efecto de estos factores para evaluar si el café disminuye el riesgo de ictus en aquellas mujeres no fumadoras que consumían al menos 3 tazas al día. En las mujeres fumadores, el efecto beneficioso de esta bebida no pudo contrarrestar los importantes efectos perjudiciales del tabaco.
 
 
También descafeinado
 
Por otro lado, se observó que otras bebidas con cafeína, como el té y los refrescos carbonatados, no modificaron el riesgo de sufrir un ictus. Sin embargo, el consumo de café descafeinado también disminuyó el riesgo de ictus, sugiriendo que son otras sustancias diferentes a la cafeína las que producen estos efectos beneficiosos.
 
Así, se postula que son los antioxidantes presentes en esta bebida los que producen un efecto beneficioso en los vasos sanguíneos y de esta forma disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular. Estos resultados se unen a investigaciones previas de los autores en las que encontró que el consumo de café tampoco aumentaba el riesgo de sufrir un infarto y que protegía de tener diabetes.
 
Como concluye la Dra. Esther López García, investigadora principal de este estudio, “las personas sanas pueden estar seguras de que no tienen mayor riesgo de sufrir un ictus o un infarto por tomar café. Sin embargo, se necesita más investigación para poder recomendar a la población general el consumo de café como vía para disminuir el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular”