Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un nuevo estudio puede detectar con precisión la aparición de la enfermedad Alzheimer en su etapa inicial, antes de que surjan los síntomas de demencia y ocurra un daño generalizado, dijeron investigadores estadounidenses.
La investigación que mide las proteínas en el líquido cefalorraquídeo indica la presencia de la afección en un 87%, al predecir qué pacientes con problemas de memoria y otros síntomas de desorden cognitivo pueden desarrollar la enfermedad, según artículo publicado en los Annals of Neurology.
“Con este análisis, podemos detectar y seguir de forma fidedigna el progreso del Alzheimer", dijo Leslie Shaw, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. La prueba que busca los marcadores biológicos de la condición puede ayudar a los expertos a dar un mejor enfoque a los ensayos clínicos. Además, conduce al desarrollo de mejores estrategias para evitar que los desórdenes leves de la memoria avancen y se conviertan en la condición fatal, que provoca pérdida de memoria y es la forma más común de demencia en los ancianos, agregó Shaw.
Muchos grupos han buscado métodos para diagnosticar la afección en sus etapas iniciales, lo que permitiría a los médicos prescribir fármacos que retienen el avance de la dolencia.
Shaw y colegas, se propusieron crear un análisis estandarizado que se centra en dos marcas clásicas del Alzheimer en el cerebro: la proteína beta-amiloide, que forma placas pegajosas en el cerebro, y los niveles anormales de proteína tau, que forma enredos fibrosos en el cerebro. “Lo que estamos midiendo es la cantidad de proteína tau y la concentración de polipéptido amiloide beta42", dijo Shaw.
El equipo evaluó el líquido cefalorraquídeo extraído de 410 pacientes que formaron parte de un gran estudio sobre el Alzheimer. Los expertos hallaron que las personas con baja concentración de beta42 amiloide tenían mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad, presumiblemente porque la proteína se estaba acumulando en placas en el cerebro.
Además, descubrieron que los pacientes con altos niveles de tau en su líquido cefalorraquídeo tenían más probabilidad de padecer la dolencia. “La emisión de la proteína tau en el compartimiento de líquido cefalorraquídeo, se cree que es resultado de la muerte de células nerviosas”, dijo Shaw. Estas dos mediciones predijeron con exactitud qué pacientes con problemas de memoria iban a desarrollar la enfermedad en el 87% de los pacientes. La prueba descartó la enfermedad en el 95,2% de los voluntarios.
Los resultados son alentadores para los pacientes y los laboratorios, que finalmente pueden encontrar la manera de diagnosticar la enfermedad desde sus primeras etapas. El consenso general indica que hay una mayor probabilidad de mejorar la afección si se diagnostica rápido, ya que hay mayor función cerebral para preservar. Un estimado de 26 millones de personas sufren la enfermedad en el mundo, y se pronostica que esta cifra aumente a 106 millones para el 2050.


Fuente: Chicago, marzo  17/2009 (Reuters)