Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las series de médicos en televisión, como indica el Dr. Francisco Toquero, vicesecretario del Consejo General de Colegios de Médicos, “si se construyen bien, pueden ser una fuente muy importante de información y educación”. Sin embargo y por el contrario, al no reflejar en muchas ocasiones la realidad, “al ciudadano le pueden crear la falsa expectativa de que la vida real es así”.
 
El ejemplo, entre otros muchos, es el tratamiento que de la resucitación cardiopulmonar se hace en estas series con unos porcentajes de supervivencia “que ya quisiéramos los médicos que fuera así, pero como queda reflejado en toda la literatura científica –recuerda el Dr. Toquero–, esos porcentajes son muy inferiores a los que nos ofrecen estas series de televisión”. El problema es que se generan unas expectativas en el espectador que, a la hora de la verdad, no se van a cumplir. “La seriedad y la rigurosidad en los guiones debe existir para no crear falsas expectativas”, afirma el Dr. Toquero.
 
Sobre este punto, la Comisión Central de Deontología del Consejo General de Médicos, ya hizo público hace poco más de un año un documento reclamando a los guionistas de estas series un comportamiento ético. Desde las organizaciones profesionales se ha pedido que cuenten con asesores médicos para la elaboración de estos guiones. “Quizás habría que indicar al comienzo de estas series que los hechos son pura ficción, pero aún así yo creo que la única solución es la de ser rigurosos con los guiones porque, si no, la percepción que se lleva el telespectador es a veces errónea y eso marca luego su comportamiento”, señala Toquero.
 
De cara a esta labor de asesoramiento, el Dr. Toquero pide que se incluya también a las Asociaciones de Pacientes cuando se aborde una enfermedad en concreto “para que esos temas que vayan a tratar no perjudiquen a los afectados por esa enfermedad”.
 
En el otro extremo, y como ejemplo positivo, el Dr. Toquero recuerda el impacto tan positivo que tuvo hace unos años cuando en un episodio de la serie Médico de Familia una protagonista tenía cáncer de mama. “Se trató con cierto rigor y hubo un aumento de peticiones en consultas de exploraciones de mama que fue muy significativo en aquella época”, señala, por lo que “si las cosas se hacen como se deben, se puede hacer una buena labor informativa”.
 
Las consecuencias que se derivan de un tratamiento superficial y erróneo en las series de médicos son muy diferentes a las que pudieran derivarse cuando se abordan otras profesiones. No en vano, como concluye el Dr. Toquero, “cuando se trata de enfermedades hay que ser muy rigurosos, aunque sea en tramas de ficción, ya que estamos jugando con nuestra salud, y por consiguiente existe en estos casos un nivel añadido de responsabilidad que obliga a ser rigurosos con la información para no crear confusionismo ni falsas expectativas. En definitiva, hay que cambiar la dinámica y para ello es preciso exigir a las productoras un asesoramiento sobre los temas médicos que vayan a tratar”.