Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo de investigadores ha descubierto un nuevo método que podría reducir los efectos producidos por la enfermedad cerebrovascular aguda (ictus), que representa una importante causa de mortalidad y bajas laborales.
El ensayo publicado en la revista Neuroscience, demuestra la influencia de un movimiento periódico a lo largo del eje mayor del cuerpo en la prevención del daño cerebral causado por infartos cerebrales. La idea inicial surgió en el 2007, en una visita que el doctor Alfredo Martínez, director del estudio, realizó al Hospital Mount Sinai, Estados Unidos, y ha concluido en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR).
La investigación se efectúo en ratas, a las que se les provocó de forma controlada un infarto cerebral. La mitad de los roedores permanecieron tranquilos después de sufrir el infarto, mientras que los otros fueron agitados en una plataforma especial durante tres horas.
A los siete días se midió el daño cerebral causado por el infarto con un aparato de resonancia magnética nuclear. Las ratas sometidas a aceleración periódica -movimiento de vaivén- presentaron una lesión más pequeña que los animales que permanecieron sin moverse. Además, se midieron los marcadores bioquímicos que evalúan el daño cerebral.
En todos los casos se observó una drástica reducción del daño en los animales agitados cuando se comparaban con los no agitados, lo que indica que esta intervención puede tener una aplicación clínica directa. En la actualidad, se estudia la aplicación de dispositivos similares a los utilizados en los modelos animales, que se pueden emplear en pacientes que sufren infartos cerebrales, precisó el experto.
En el plazo de seis meses se prevé iniciar una segunda parte de la investigación en pacientes con ictus del Hospital San Pedro de Logroño, después de que se reciba la autorización de la Agencia Española del Medicamento y el Comité Ético de La Rioja. Para aplicar la terapia existe un tipo de cama en el mercado que realiza esta función, aunque es la primera vez que se utiliza para suministrar terapia en las isquemias cerebrales.
Alfredo Martínez, ha destacado las ventajas de este nuevo método que no supone un peligro inmediato para el paciente. Se puede aplicar en combinación con medicamentos y terapias que se emplean sin interacción riesgosa y es muy barato. Los resultados con pacientes deben finalizarse en el plazo de tres años.


Fuente: Logroño, España, febrero  19/2009 (EFE)