Un receptor celular, molécula clave en la infección por el virus del dengue, ha sido identificada por científicos del Instituto Pasteur de París. Este descubrimiento aporta "un avance en la comprensión de esta infección, que afecta cada año entre 60 y 100 millones de personas en el mundo, y abre el camino hacia la preparación de tratamientos específicos, actualmente inexistentes", indican los científicos. Los resultados de la investigación, dirigida por Philippe Despres y Jean-Louis Virelizier, del Instituto Pasteur de París, son publicados por la revista científica europea Embo Reports, órgano de la organización de Biología Molecular europea. Unas 250 millones de personas viven en las regiones en las que existe riesgo de dengue. La forma grave de la enfermedad, el dengue hemorrágico, se está extendiendo en el mundo, en particular en América Latina y el Caribe. La molécula receptora esencial, denominada DC-sign, interviene al principio de la infección viral. Fue identificada en la superficie de células particulares del sistema inmunológico, las células dendritas, consideradas como los primeros blancos del virus. Los mosquitos Aedes aegypti infectados inyectan en la piel, al contacto de esas células, el virus del dengue, tras haber modificado previamente las proteínas de la envoltura viral mediante agregado de azúcares. El reconocimiento de los envoltorios virales así modificados por parte del receptor DC-sign es necesario para la infección de las células dendritas, demostraron los científicos franceses. Además, lograron reducir in vitro más del 90% de la infección de las células dendritas utilizando anticuerpos específicos. Estos resultados, que todavía deben ser confirmados por nuevos ensayos in vitro, "significan un avance notable en la comprensión de lo que es probablemente una etapa clave de la infección y de la propagación del virus del dengue en el hombre", recalcan los científicos. El dengue, enfermedad descrita por vez primera en 1779, puede ser provocada por cuatro tipos de virus. La forma grave de la enfermedad, el dengue hemorrágico, que se recrudece en varias regiones intertropicales, causa más de 20 000 muertos anualmente. Epidemias graves de dengue se registraron en 1897 en Australia, en 1926 en las Islas Seychelles, en 1927 en Túnez, en 1928 en Atenas y en 1931 en Formosa. Después de afectar esencialmente al sudeste asiático (440 000 casos en China en 1980, 200 000 casos en Tailandia en 1987), el dengue hemorrágico no cesa de extenderse en el Océano Indico, en el Pacífico sur y, sobre todo, en América Latina, donde los casos registrados anualmente se multiplicaron por 60 entre 1989 y 1993, comparativamente al período precedente (1984-1988). En Cuba, el dengue hemorrágico reapareció en 1996 después de quince años de interrupción, pese a una tentativa de erradicación del mosquito Aedes aegypti. "Este resurgimiento inquietante del dengue en América Latina y el Caribe parece ser debido en gran medida a la erosión de los programas de erradicación del mosquito vector en la región", según el Instituto Pasteur. La evolución demográfica, la urbanización no controlada, las catástrofes naturales y la pobreza son otros tantos factores que favorecen esa progresión. |