Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La Comisión Europea (CE) reunirá esta semana en Bruselas a consumidores, expertos y representantes de la industria para analizar posibles medidas con el fin de reducir los daños auditivos que causa el uso a gran volumen de reproductores de MP3 y otros dispositivos portátiles para escuchar música.
“Estoy preocupada porque hasta 10 millones de personas en la Unión Europea (UE), que son usuarios habituales de reproductores y teléfonos móviles a alto volumen, pueden estar dañando su oído sin saberlo”, advirtió la comisaria europea de Consumo, Meglena Kuneva.
En opinión de la comisaria, es necesario “actuar rápidamente” y analizar los controles existentes para que éstos sean efectivos y estén adaptados a los últimos avances técnicos.
La conferencia servirá, según explicó, para discutir sobre medidas de precaución que se pueden recomendar a los usuarios, analizar soluciones técnicas por parte de la industria y examinar si es necesario revisar las normas de seguridad de este tipo de productos.
En el encuentro, junto a científicos y expertos, participarán algunas de las principales empresas del sector como Nokia y Apple, informó el ejecutivo comunitario.
Intervendrán también en las discusiones asociaciones de consumidores, entre ellas, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) de España.
Según Bruselas, hoy entre 50 y 100 millones de europeos usan a diario reproductores portátiles de música, un producto cuyas ventas se ha multiplicado en los últimos cuatro años.
Para evitar daños en el aparato auditivo, existe una norma europea de seguridad que limita a 100 decibelios el volumen máximo de los reproductores portátiles.
Sin embargo, las autoridades advierten de que la exposición prolongada a altos volúmenes dentro de esos límites puede tener también consecuencias desfavorables para los usuarios de las reproductoras.
Según el comité científico de la UE, si un usuario escucha durante cinco horas semanales música con auriculares a volumen alto (por encima de 89 decibelios) superará los niveles máximos de ruido permitidos en el puesto de trabajo por las normas europeas.
El mismo organismo advierte que una persona que supere esa exposición y se calcula que entre el 5% y el 10% de los usuarios lo hacen, corre tras cinco años el riesgo de sufrir pérdidas auditivas permanentes.

Fuente: Bruselas, enero 23/2009 (EFE)