Un equipo de Glasgow, Escocia llevará a cabo el próximo año un experimento con pacientes para determinar si las células madre obtenidas de un feto pueden utilizarse para tratar a quienes han sufrido un ataque apopléjico. Los científicos inyectarán en el cerebro de las pacientes células creadas a partir de un feto humano con la esperanza de que regeneren las áreas del cerebro dañadas por el ataque, aumenten la capacidad de movimientos y las habilidades mentales de los enfermos. En el experimento, que comenzará a mediados del próximo año y durará tres años, participarán cuatro grupos de tres pacientes cada uno. El primer grupo recibirá una dosis baja de dos millones de células madre del feto. La dosis se irá incrementando gradualmente a lo largo del período de tiempo fijado para el experimento, y el grupo final recibirá 20 millones de células, dosis que los médicos creen que bastará para la regeneración de las partes dañadas. El jefe del equipo de expertos, Keith Mur, del Southern General Hospital, de Glasgow, expresó “la posibilidad de que se consiga una primicia mundial”. Si funciona, como ha funcionado en los sistemas con modelos de animales, permitirá que crezcan nuevas células nerviosas o se regeneren las existentes y se recuperen los pacientes que de otro modo nunca lo harían”, dijo Mur. Según las estadísticas, un tercio de los pacientes que sufren una apoplejía consiguen recuperarse plenamente, pero los demás fallecen o se quedan inválidos. El único tratamiento disponible en la actualidad es la fisioterapia para restablecer el movimiento y las funciones cerebrales. El equipo que llevará a cabo el experimento cree, sin embargo, que la nueva terapia puede beneficiar a aquellos enfermos para los que la fisioterapia haya sido de poca utilidad. La empresa que desarrolló el procedimiento, solicitó hace dos años permiso a las autoridades estadounidenses para llevar allí a cabo los primeros experimentos, pero no consiguió la luz verde de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de ese país. Por el contrario, la Agencia Reguladora de Productos de Medicina y Sanitarios del Reino Unido (RU) autorizó el experimento por considerar la terapia suficientemente segura como para experimentarla ya en pacientes. El principal asesor científico de Reneuron, John Sinden, cree que el visto bueno del regulador británico llevará a otras empresas que trabajan con células madre y se sienten frustradas por la lentitud con la que actúa el citado organismo estadounidense a presentar sus solicitudes en Gran Bretaña y otros países europeos. “Europa va a ser el centro de las investigaciones con células madre y medicina regenerativa. Todo esto es muy emocionante”, afirmó. Fuente: Londres, enero 18/2009 (EFE) |