Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Tanto la acupuntura tradicional como la placebo ayudarían a aliviar el dolor pélvico en las embarazadas y ninguno de los dos enfoques sería más efectivo que el otro, revelaron investigadores suecos. Se estima que el 30% de las embarazadas padece dolor pélvico durante la gestación. La dolencia es una de las principales causas de discapacidad y licencia por enfermedad durante el embarazo. Para determinar si la acupuntura podría beneficiar a las embarazadas, la doctora Helen Elden, de la Academia Sahlgrenska en Gotemburgo, y sus colegas asignaron al azar a 115 mujeres en gestación con dolor pélvico para que recibieran acupuntura más tratamiento estándar, incluidas rutinas de ejercicio y asesoría o la misma terapia estándar junto con acupuntura placebo. Cada tratamiento duró un total de ocho semanas. La acupuntura placebo consistió en la colocación de agujas sin punta. "Tanto las agujas genuinas como las falsas se colocaron a través de un dispositivo, pero las placebo no penetraron la piel", sino que crearon la ilusión de hacerlo, explicaron los investigadores. Después del tratamiento, el registro de dolor pélvico disminuyó notablemente y de manera similar en ambos grupos, indicó el equipo. "Una aguja en contacto con la piel puede ser considerada una forma de estimulación sensorial", que activa las fibras nerviosas, dijo Elden. Por lo tanto, es posible que las agujas placebo no punzantes, que serían inertes, en realidad activen fibras nerviosas y generen respuestas psicológicas, explicó Elden. "Eso puede explicar por qué la acupuntura no penetrante fue tan efectiva como la acupuntura real en la reducción del dolor", agregó la experta. Pese a que la calidad de vida relacionada con la salud mostró mejoras similares en ambas cohortes, al igual que la recuperación y el nivel de incomodidad por dolor pélvico, más participantes del grupo tratado con acupuntura real logró continuar con su trabajo habitual. Asimismo, la capacidad de realizar actividades diarias mostró mejoras sustanciales en el grupo que recibió los pinchazos reales. Fuente: Nueva York, enero 1/2009 (Reuters Health) |