Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Después de padecer diabetes mellitus gestacional, que se desarrolla durante el embarazo y suele desaparecer luego del nacimiento del bebé, un tratamiento con metformina o intervenciones intensivas en el estilo de vida puede retrasar o evitar que la enfermedad se vuelva permanente en el período posparto, así lo demostró una nueva investigación.
El autor principal del estudio, el doctor Robert E. Ratner, del Instituto de Investigación Medstar en Maryland, y sus colegas evaluaron las respuestas a cada intervención en mujeres embarazadas con alteración de la tolerancia a la glucosa, un importante factor de riesgo de la diabetes mellitus, inscriptas en el programa prospectivo Diabetes Prevention Program.
El análisis de subgrupos, del que se informa en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, incluyó a 350 mujeres con una historia de diabetes mellitus gestacional y 1416 sin la historia de la enfermedad.
Las mujeres fueron asignadas aleatoriamente en una relación de 1:1:1 a tratamiento con metformina, intervención intensiva en el estilo de vida (ejercicio y dieta), o placebo.
Aunque todas las mujeres entraron en el ensayo con niveles de glucosa similares, aquellas que tenían una historia de diabetes mellitus gestacional en el grupo tratado con placebo tuvieron un aumento del 71% en la incidencia de padecer diabetes mellitus, comparado con las féminas tomadas como grupo control durante tres años de seguimiento.
Sin embargo, la metformina estaba asociada a una reducción del 50% y la modificación intensiva del estilo de vida a una reducción del 53% del riesgo de desarrollar diabetes mellitus después de padecer diabetes mellitus gestacional, informaron Ratner y sus colegas.
En las mujeres sin una historia de diabetes mellitus gestacional, la modificación del estilo de vida redujo el riesgo de desarrollo de la enfermedad en un 49%, mientras que la metformina disminuyó el peligro sólo un 14%, lo cual no era estadísticamente significativo.
Los autores estiman que entre cinco y seis mujeres con diabetes mellitus gestacional y alteración de la tolerancia a la glucosa tendrían que ser tratadas durante tres años con metformina o modificación del estilo de vida para prevenir un caso de diabetes mellitus.
Los números correspondientes que se necesitaría tratar de mujeres como grupo control con alteración de la tolerancia a la glucosa eran de nueve para la intervención en el estilo de vida y de 24 para la metformina.
“Un seguimiento y pruebas para la detección de diabetes mellitus continuados deben formar parte de la evaluación durante toda la vida de las mujeres con una historia de diabetes mellitus gestacional”, añadió el equipo de Ratner.
“Tenemos que estar comprometidos con la atención de las mujeres con diabetes mellitus gestacional cuando no están embarazadas”, escribió en un editorial el doctor Jeffrey L. Ecker, de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston.
Ecker recomienda que se informe a estas mujeres de la importancia de un seguimiento con regularidad y que los proveedores de atención sanitaria sean conscientes de los riesgos que pueden tener las pacientes.

Fuente: Nueva York, diciembre 24/2008 (Reuters Health)