Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El programa federal de salud de Estados Unidos para los ancianos Medicare está gastando dinero en controles por tomografías computarizadas (TC) sin evidencia clara que muestre su utilidad para combatir los problemas cardíacos. Los comentarios de los científicos fueron publicados en la revista New England Journal of Medicine (NEJM), por la cardióloga Rita Redberg, de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos.
Donde revelaron que las costosas tomografías pueden detectar el estrechamiento arterial en las personas con sospecha de enfermedad cardíaca casi de la misma forma que los controles tradicionales, en los cuales los médicos insertan un catéter en el corazón.
Expertos de la Johns Hopkins University en Baltimore hallaron que la TC tenía un 93% de precisión, igual que la cateterización cardíaca sin sometimiento del paciente a un procedimiento agresivo.
En un comunicado, el cardiólogo Joao Lima, uno de los investigadores, dijo que los controles por TC son “una herramienta de diagnóstico alternativa” que los médicos pueden usar para descartar o comprobar bloqueos coronarios cuando otros análisis más indirectos para evaluar el flujo sanguíneo son poco claros o implican un riesgo particular para un paciente.
El estudio, financiado en parte por una compañía que fabrica una marca de tomógrafos, Toshiba Medical Systems, dijo que, “los aparatos en el presente no pueden reemplazar la angiografía coronaria.
En la angiografía se inserta por vía intravenosa a través del brazo o la ingle una sonda delgada, llamada catéter, a través de la vía y se llega cuidadosamente hasta una de las arterias del corazón. Imágenes de rayos X ayudan al médico a observar donde debe colocar el catéter.
Una vez que el catéter está en el sitio, se inyecta un tinte, o material de contraste, que ayuda a resaltar cualquier obstrucción en el flujo sanguíneo.
La coautora del estudio Judith Walsh señaló que el problema no es sólo que los tomógrafos no son aún tan buenos como la angiografía, sino que la cantidad de radiación recibida en una tomografía es el doble, el triple o el cuádruplo de la que afecta a una persona durante la intervención tradicional.
Los pacientes están a una mayor exposición de rayos X que podría aumentar el riesgo de cáncer de mama o de pulmón, otro problema que debería estudiarse, dijo Redberg.
Incluso si un problema es detectado a través de una TC del corazón, los médicos deben realizar más pruebas y procedimientos. Con la angiografía convencional, si los médicos encuentran un vaso sanguíneo obstruido, suelen desbloquearlo en el momento.
Otro de los inconvenientes de las tomografías es su costo.
Aunque una angiografía vale unos 900 dólares y una TC del corazón puede costar unos 700 dólares, al menos en el 25% de los casos los resultados de la tomografía son ambiguos, por lo que se requieren más estudios que elevan los gastos, indicó Redberg.
NEJM: http://content.nejm.org/

Fuente: Boston, noviembre 27/2008 (Reuters)