Las variaciones en la conformación genética de los alcohólicos podría afectar cuánto beben. Y la clave podría ser el control cerebral de la serotonina, un neurotransmisor que influye en el estado de ánimo. La investigación podría potencialmente ayudar a los médicos a comprender quién podría estar en mayor riesgo de convertirse en alcohólico, y a tratar a esa persona, afirmó el coautor del estudio Ming D. Li, director de Neurobiología de la Universidad de Virginia. Li añadió que la investigación es única, porque muestra que una sola variación genética está conectada con un tipo de conducta, el alcoholismo. La conformación genética de las personas heredada de los padres es responsable de un 40% a un 50% del riesgo que tiene de volverse alcohólica, afirmó el Dr. Robert Philibert, director del Laboratorio de Genética Psiquiátrica de la Universidad de Iowa. La interacción entre la conformación genética y los factores ambientales es responsable del riesgo restante, apuntó Philibert, que está familiarizado con los hallazgos del nuevo estudio. “Este estudio realmente lleva todo al próximo nivel”, apuntó, al comprender el papel que los genes desempeñan en el alcoholismo. Para el estudio, los investigadores evaluaron el ADN de 275 alcohólicos que habían buscado tratamiento. Casi el 80% eran hombres, y todos eran de ascendencia europea. Los investigadores encontraron que las diferencias en los genes que afectan los niveles de serotonina en el cerebro coincidían con la cantidad de alcohol que los bebedores consumían. El estudio aparecerá publicado en el mes de febrero del 2009 en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research. Los científicos creen que la serotonina, un neurotransmisor, es crucial para el estado de ánimo y las emociones humanas, además del sueño. Los niveles bajos de serotonina pueden llevar a la depresión. Algunos antidepresivos buscan ayudar a cerebro a procesar mejor a la serotonina. “Sabemos que la serotonina es crítica en mantener un sentido positivo del sí mismo y para controlar la ansiedad”, apuntó Philibert. Eso podría explicar una posible conexión entre los niveles de serotonina y el alcoholismo, añadió y advirtió que es poco probable que un sólo rasgo genético por sí mismo pudiera hacer que alguien sea más susceptible al alcoholismo. Es más probable que una variación genética funcione junto a otros genes para aumentar el riesgo, apuntó. Philibert dijo que la investigación podría conducir a un momento en que los médicos vean los rasgos genéticos de un alcohólico y descubran si antidepresivos podrían ayudarle. Los médicos, especuló, podrían decir: usted tiene este genotipo y bebe mucho, así que tal vez le beneficie un fármaco como el Prozac. Alcoholism: Clinical and Experimental Research: http://www.alcoholism-cer.com/ Fuente: Nueva York, noviembre 24/2008 (HealthDay News) |