Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la University of Central Florida (Estados Unidos) han desarrollado dos compuestos que detienen la formación y expansión de los tumores de cáncer de mama en pruebas en ratones. Las sustancias, llamadas S3I-201 y S3I-M2001, descomponen una proteína que causa el cáncer llamada STAT3, y hasta el momento el tratamiento no parece tener efectos secundarios.

Según explica el Dr. James Turkson, director de las investigaciones, "todos tenemos la proteína STAT3 en nuestro organismo y bajo circunstancias normales no es dañina, pero en las pacientes con cáncer de mama la proteína está anormalmente activa y nunca se detiene".

Cuando esto sucede, la proteína se dispara y ayuda a la proliferación de las células del cáncer de mama. La proteína incluso crea una red de vasos sanguíneos para alimentar a las células del tumor, apoya su desarrollo y promueve la expansión del cáncer a la sangre, huesos y órganos. El investigador publica el resultado de su trabajo en “Proceedings of the National Academy of Sciences”.

Los dos componentes desarrollados por el autor alteran el proceso de unión a través del cual la molécula STAT3 se une a otras moléculas del organismo. Si la STAT3 no puede unirse para activarse, las células cancerígenas no pueden desarrollarse. La red de vasos sanguíneos que se formaba para nutrir a las células tumorales también se cierra. Así, sin suministro de sangre, las células mueren.

Además, el sistema inmune, al que STAT3 mantenía en la creencia de que estas células malignas eran inofensivas, pasa a reconocer que algo no funciona bien y se reactiva, reconoce las células cancerígenas restantes y las destruye.