Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Expertos europeos estudia el posible uso del virus del sarampión como vehículo de la vacuna para el sida, un proyecto que ha logrado “avances prometedores” dos años antes de su fecha de finalización, según dijo su coordinador, Gerard Voss.
El proyecto, financiado por la Comisión Europea (CE), pretende dar “un nuevo enfoque” a la prevención del sida, probando un derivado del virus del sarampión, empleado en la vacuna para dicha enfermedad, como vector para la vacuna del VIH, explicó Voss en una conferencia de expertos sobre sida, paludismo y tuberculosis celebrada en Bruselas.
La nueva modificación genética del sarampión ofrece “una combinación única de seguridad y eficacia”, aunque aún se debe probar su inmunogenicidad -capacidad de generar una respuesta inmune del organismo- en pacientes que ya hayan sido vacunados contra el sarampión.
En su primera fase, el proyecto analiza los efectos del vector en pacientes seronegativos, luego se probará en voluntarios seropositivos, y en el 2010 -su fecha de finalización- ofrecerá “suficiente información clínica para decidir si se debe continuar con el desarrollo”, dijo Voss, investigador de la farmacéutica Galxo Smith Kline en Bruselas.
La vacuna del sarampión se produce a gran escala en numerosos países, tiene un bajo coste y su seguridad está demostrada, ventajas que hacen de ella “una atractiva candidata” como vector para la vacuna contra el sida, explicó el científico belga.
Encontrar una vacuna para el sida “es un desafío formidable y requiere esfuerzos a largo plazo”, advirtió Jan Balzarini, otro de los científicos que intervino en la conferencia, del Instituto de Investigación Rega, en Lovaina, Bélgica.
Balzarini, que obtuvo el Premio Descartes en 2001 por sus investigaciones sobre tratamientos para el sida, recordó que en los últimos siete años han surgido hasta seis candidatas para la vacuna del VIH, y pidió que “se abandonen aquellos proyectos que no demuestren pronto su efectividad”, y así concentrar los esfuerzos en otros.
Por su parte, los expertos en paludismo y tuberculosis reclamaron más financiamiento para que estas dos enfermedades, ya erradicadas de la mayoría de países desarrollados, dejen de estar entre las primeras causas de muerte en los países en vías de desarrollo.
En el caso de la tuberculosis, “apenas se han realizado nuevos avances en los últimos 50 años”, denunció el director de Inmunología del Instituto Max Plank, el alemán Stefan Kaufman.
El investigador instó a la UE a “jugar un papel más importante” en las ayudas a este campo científico, con vistas a desarrollar una segunda generación de vacunas para la tuberculosis con efectividad total, ya que las empleadas actualmente sólo funcionan en la mitad de los casos.
Varios científicos europeos destacaron los avances logrados en la investigación sobre el paludismo, en particular con el descubrimiento de un medicamento inhibidor de este virus que será sometido a pruebas preclínicas el próximo año.

Fuente: Bruselas, noviembre 13/2008 (EFE)