Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La cifra de niños en Estados Unidos que son alérgicos a alimentos como el maní, la leche y el pescado aumenta rápidamente.
Al mismo tiempo, los investigadores están trabajando en nuevos métodos para tratar tales alergias, según dos informes que serán presentados el lunes próximo en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología en Seattle.
Se calcula que tres millones de niños menores de 18 años tenían una alergia alimentaria en el 2007, un aumento del 18% respecto a 1997, según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
“El problema no es solo de cifras”, apuntó el Dr. Sami L. Bahna, profesor de Pediatría, Medicina, y jefe de Alergias e Inmunología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad estatal de Luisiana. “La gravedad de las alergias alimentarias está en aumento”. Ha habido un aumento en erupciones graves, ataques graves de obstrucción de las vías respiratorias, lo que se conoce como anafilaxias, y problemas intestinales, señaló Bahna.
El método de exposición que causa una reacción alérgica también está cambiando, dijo Bahna. “Antes, las personas reaccionaba al comer los alimentos, pero ahora muchos están reaccionando al tocarlos u olerlos”, apuntó.
Bahna advirtió que no son sólo las alergias alimentarias las que están en aumento. “Todas las alergias se están incrementando, el asma, la fiebre del heno, el eczema”, apuntó el investigador.
Varios factores contribuyen al aumento en las alergias, aseguró el experto. El primero es la llamada “hipótesis de la higiene”, que plantea que las personas en los países industrializados viven en ambientes cada vez más estériles. Debido a esto, sus sistemas inmunitarios no tienen que combatir tantas infecciones, de manera que pueden volverse hiperactivos.
“Cuando hay cierto grado de condiciones no higiénicas, el sistema inmunitario se adapta y desarrolla para combatir las infecciones desde la infancia, la limpieza, los antibióticos (sean o no necesarios) y las vacunas están haciendo que el sistema inmunitario se desarrolle como si no fuera necesario”, señaló Bahna.
Otros motivos incluyen el mayor uso de antiácidos entre los niños, que evita que el ácido estomacal cumpla con su función, y el mayor uso de multivitamínicos, que se relaciona con un aumento en las alergias, dijo Bahna.
Comer más alimentos altamente alergénicos, como el pescado, el maní, las nueces, la leche, los huevos y la soya, encima del aumento en la obesidad infantil, contribuyen al incremento en las alergias, advirtió Bahna. Además, salir a comer incrementa el riesgo de alergias alimentarias porque no se tiene un control total de lo que se consume. Los ingredientes en los alimentos procesados también pueden desencadenar reacciones alérgicas, según Bahna.
Las reacciones alérgicas pueden ser graves, incluso mortales. El tratamiento actual se limita a evitar los alimentos problemáticos y tratar los síntomas de la reacción, añadió Bahna. Pero hay nuevos tratamientos en el horizonte.
El Dr. Robert A. Wood, director de alergología e inmunología pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, tenía planificado discutir los nuevos tratamientos potenciales para las alergias alimentarias en la citada reunión. Estos incluyen los anticuerpos anti-IgE, remedios herbales chinos y la inmunoterapia.
La terapia anti-IgE interrumpe la secuencia de eventos que causan una reacción alérgica. El tratamiento parece funcionar en alrededor del 75% de los pacientes. Sus desventajas son que tiene que ser administrado continuamente y que no parece funcionar si el paciente es demasiado alérgico. También hay inquietudes sobre su seguridad y costo, apuntó Wood.
Se está llevando a cabo un primer ensayo clínico para la fórmula herbal china FAHF-2, según Wood. En experimentos con ratones, los científicos encontraron que la alergia al maní se reducía significativamente mediante el uso de este remedio.
El método más promisorio parece ser la inmunoterapia, en cuya participación participa Wood. En este tratamiento, la tolerancia se aumenta al dar a los pacientes cantidades crecientes de un alérgeno con el tiempo.
“Es como un modelo de vacuna para la alergia", apuntó, y agregó que varios estudios pequeños se han mostrado promisorios. Nos sentimos optimistas de que estamos en el camino correcto”, afirmó.
Otra presentación programada para la reunión evaluaba a adultos alérgicos a la carne roja. Los investigadores descubrieron que un anticuerpo IgE del carbohidrato galactosa-a-1,3-galactosa, que se encontró en pacientes que desarrollaron una alergia a la carne de res, cerdo o cordero, parecía explicar la reacción.
Otro estudio a ser presentado encontró que las escuelas de un distrito de Greenville, Carolina del Sur, tenían distintos planes de acción para manejar las reacciones alérgicas a los alimentos. Los investigadores encontraron que menos del 50% de los niños que tenían alergias alimentarias estaban en un plan de acción.
CDC: http://www.cdc.gov/nip/

Fuente: Estados Unidos, noviembre 12/2008 (HealthDay News)