Una técnica que emplea una pequeña ventana de vidrio implantada en la piel de un ratón permite seguir el desarrollo de las células cancerosas a medida que se expanden y atacan a otras partes del cuerpo, según reveló un estudio. Esta ventana podría jugar un papel importante en el análisis de cómo se desempeñan ciertos medicamentos para evitar que el cáncer se expanda, dijo Jeffrey Segall, investigador del Colegio de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva, en Nueva York. “Esperamos que esta tecnología pueda ser usada para probar la habilidad de varios tratamientos farmacológicos para inhibir la invasión y metástasis de las células tumorales”, señaló Segall, quien dirigió el estudio. La tecnología podría ser útil para seguir los efectos de los medicamentos sobre el crecimiento tumoral. Un tumor sólo es más fácil de tratar, pero las células cancerosas pueden hacer metástasis al ingresar al torrente sanguíneo y se expanden a otras partes del cuerpo, lo que puede causar la muerte de las personas con la condición, expresó Segall. “Comprender mejor este proceso al realizar un seguimiento en el laboratorio de las células cancerosas a medida que se expanden, es un paso importante para tratar de manera más efectiva la enfermedad. Lo que vimos es que las células tumorales invaden en distintas cantidades, según dónde se encuentren en el tumor. Las más invasivas son las que se encuentran alrededor de los vasos sanguíneos”. Existen indicaciones previas de que esto es así y la investigación publicada en Nature Methods parece confirmarlo, expresó Segall. Para analizar el tema, los expertos implantaron una pequeña ventana de vidrio en la piel de ratones, alrededor de la glándula mamaria y la adhirieron con suturas de 3 a 5 milímetros. Además, se les inyectó a los roedores material para provocarles cáncer de mama. Los científicos utilizaron la misma técnica que este año ganó el Premio Nobel de Química, para iluminar a las células cancerosas bajo luz ultravioleta para seguir mejor a los tumores. A partir de la ventana pudimos observar los tumores varios días y las marcas nos permitieron hallar estas células, lo que nos facilitó rastrearlas por períodos más largos, concluyó. Fuente: Nueva York, noviembre 10/2008 (Reuters) |