Hoy 16 de octubre se celebra una nueva edición del Día Mundial de la Alimentación, organizado por la FAO, que está dedicado a la seguridad alimentaria mundial y a los desafíos del cambio climático y la bioenergía. Para los organizadores, la jornada "brinda la oportunidad de poner de relieve una vez más el flagelo que afecta a 923 millones de personas subnutridas del mundo". La mayoría de esas personas vive en las zonas rurales y el sector agrícola es su principal fuente de ingresos. Los progresos hacia la consecución del objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir su número a la mitad para el año 2015 están estancado. Según la FAO, el calentamiento del planeta y el auge de los biocombustibles están amenazando ahora con aumentar incluso el número de personas hambrientas en los próximos decenios. En palabras del director general de la FAO, Jacques Diouf, "el cambio climático tiene consecuencias para todos, pero las regiones más pobres ya están siendo sus primeras víctimas. Lo más probable es que la situación empeore en las próximas décadas. La peor parte corresponderá a los centenares de millones de personas vulnerables que padecen inseguridad alimentaria", caso de los pequeños productores agrícolas y forestales, ganaderos y pescadores. "la mayor frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos –añade-, seguramente darán lugar a reducciones de la producción agropecuaria, con las consiguientes repercusiones negativas sobre el acceso a los alimentos". Además, según el mensaje de Jacques Diouf, "el vertiginoso aumento de los precios de los productos alimentarios y de la energía en los tres últimos años ha hecho crecer, hasta el final de 2007, en 75 millones el número de personas que padecen hambre". Su discurso concluye subrayando que, "ahora más que nunca, el futuro del planeta depende de nuestra capacidad para sostener el desarrollo de la agricultura en los países más pobres". Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pone de manifiesto que el Día Mundial de la Alimentación llega este año en un momento de crisis. "La agitación financiera mundial está agravando la preocupación por el aumento del costo de los alimentos y los combustibles, que ya ha sumido a 75 millones de personas en el abismo del hambre y la pobreza". "Esta colosal tragedia humana –dice en su mensaje- se está produciendo en tanto luchamos por mantener la promesa formulada en el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir el hambre y la pobreza a la mitad para el año 2015. La situación sería suficientemente alarmante si se limitara a la cuestión del hambre, pero la generalizada escasez de alimentos desencadena otras amenazas, que van desde el malestar social hasta la degradación del medio ambiente, al tiempo que socava el bienestar de toda una generación, de la cual dependerá el mundo en el futuro". "El Día Mundial de la Alimentación constituye una oportunidad para aprovechar este impulso estudiando el tema del cambio climático y la bioenergía en el contexto de la seguridad alimentaria mundial. Se trata de cuestiones de vida o muerte que debemos enfrentar con seriedad y decisión. En este Día Mundial de la Alimentación, insto a los gobiernos, las organizaciones y los ciudadanos a que forjen alianzas significativas para superar esos desafíos y de ese modo poder cumplir todos nuestros objetivos de desarrollo del Milenio, y, en última instancia, dar entrada a un mundo libre de hambre y pobreza", finaliza Ban Ki-moon. Por otro lado, la organización Save the Children, ha declarado que el aumento de precios de los alimentos y los combustibles incrementará en 44 millones el número de personas que sufren malnutrición en todo el mundo, causando un daño irreparable a la salud de millones de niños. La organización advirtió de que millones de los niños más pobres del mundo, que están sufriendo malnutrición, podrían enfrentarse con un futuro aún más incierto como consecuencia de las crisis financiera, de combustibles y de alimentos. "Como resultado, de las tres grandes crisis que se han desatado en menos de un año, la mayoría de las familias en el mundo van tener más dificultades para alimentar a sus niños, para proporcionarles acceso a atención sanitaria y para mantenerles en la escuela", señaló el director general de Save the Children, Alberto Soteres, que afirmó también que el continente más afectado ha sido África. "Va a ser especialmente difícil para casi 1.000 millones de personas que están ya sufriendo malnutrición crónica y sobreviviendo en condiciones precarias", apuntó. |