Un equipo de investigadores brasileños trabaja en una técnica que permita controlar genéticamente la población del mosquito que transmite los parásitos responsables del mal denominado elefantiasis. El método de control genético de los mosquitos Culex quinquefasciat es un proyecto de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Sao Paulo (USP), informó este centro académico en su página en internet. La intención del proyecto es desarrollar mosquitos transgénicos que reduzcan la posibilidad de reproducción de esta especie, que, entre otras enfermedades, transmite la Wuchereria bancrofti, el parásito que obstruye los vasos linfáticos y provoca los edemas gigantes de la elefantiasis. La enfermedad provocada por este gusano filiforme de la orden de las filarias es de frecuente aparición en las costas del nordeste de Brasil, América Central y el Caribe. El proyecto de la USP para controlar el insecto que transmite el parásito prevé la liberación en la naturaleza de mosquitos transgénicos en los que fue introducido un gen letal dominante. Dicho gen permitirá el control de la población del insecto. El biólogo André Barreto Bruno Wilke, responsable por el proyecto, explicó que los investigadores ya comenzaron a producir los mosquitos transgénicos y a incentivar su cruce con mosquitos salvajes. Los investigadores británicos desarrollaron esta técnica para intentar controlar el Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue, por lo que exigió una innovación para su aplicación en el Culex. "El Aedes pone cada huevo separadamente, mientras que el Culex los pone en grupos", explica Wilke. La primera etapa del proceso fue inyectar el gen letal en los huevos de los insectos que fueron despegados unos de los otros en laboratorio. Posteriormente fueron cruzados los machos transgénicos con hembras salvajes para verificar si producían larvas que ya cargaban el gen letal. Las próximas etapas son el análisis del comportamiento de los mosquitos transgénicos frente a los salvajes y su liberación en la naturaleza. Wilke admite que la técnica aun tiene que ser mejorada debido a que pocos de los huevos colocados por el mosquito consiguen sobrevivir y desarrollarse, lo que dificulta la expansión del gen. Aclara que esta forma de controlar la población del insecto es buena para el medio ambiente debido a que apenas afecta a una especie y no a otras, y no deja residuos en el medio ambiente. De acuerdo con el biólogo, la eliminación del Culex en Brasil no es arriesgada ecológicamente debido a que esta especie no forma parte de la cadena alimenticia brasileña, ya que fue introducido por impactos ambientales. Agrega que la técnica de control genético tiene que ser combinada con otras de saneamiento. "De nada sirve liberar mosquitos transgénicos si no se limpian los ríos, ya que el Culex tiene la capacidad de reproducirse en aguas contaminadas y, como no hay nada que sobreviva en esas aguas, no tiene enemigo natural", explica el biólogo. Fuente: Río de Janeiro, octubre 8/2008 (Xinhua) |