Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una proteína ubicada en el oído interno ayuda a las personas a diferenciar entre los ruidos y los discursos comprensibles, informaron investigadores franceses, en un hallazgo que podría ayudar a tratar cierta dificultad para oír.
El estudio también permite explicar por qué algunas personas tienen problemas para oír en los restaurantes colmados de gente o en otros lugares ruidosos, dijo Paul Avan, investigador de la Universidad de Auvergne en Clermont-Ferrand, Francia.
"Esto no ayudará a curar la sordera pero permitirá diagnosticar por qué algunos tienen problemas de audición, especialmente en los lugares ruidosos", señaló Avan, que trabajó en el estudio, en una entrevista telefónica.
El estudio, que empleó ratones genéticamente modificados, observó una parte del oído medio llamada cóclea, que contiene dos tipos de células sensoriales para detectar los sonidos.
Los científicos suelen estudiar a los ratones debido a las similitudes biológicas que hay entre esos animales y los humanos.
Hasta ahora, las personas pensaban que las estructuras llamadas canales iónicos que se encuentran en las células, y que funcionan como un micrófono al transformar el sonido en mensajes eléctricos para el cerebro, eran las responsables del sonido distorsionado en el oído interno.
La distorsión es importante porque permite extraer los sonidos correctos de una mezcla de ruidos, por ejemplo cuando en una reunión o en una fiesta hay varias conversaciones simultáneas y otro tipo de ruidos ambiente, explicó Avan.
Pero los investigadores mostraron cómo una proteína llamada estereocilina, no los canales iónicos, mantenía intactas las células sensoriales y permitía al oído interno distinguir adecuadamente los sonidos.
Los ratones sin estereocilina no escuchaban correctamente aún cuando sus canales iónicos funcionaban bien, informó el equipo en la revista Nature.
Los resultados podrían ayudar a los médicos a diagnosticar problemas de audición más sutiles y asistir a los pacientes adecuadamente para eliminar el ruido proveniente de ciertas direcciones, expresó Avan.
"Hasta ahora se creía que si los canales iónicos funcionaban, todo estaría bien", señaló el autor. "Demostramos que esto no es así. La sensibilidad estará bien, pero no sirve si uno no entiende nada (de lo que escucha) si está en un lugar ruidoso".
Nature: http://www.nature.com/nature/

Fuente: Londres, octubre 8/2008 (AFP)