Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Después de años y años de polémica y litigios acerca de la paternidad del virus del sida, el Nobel de Medicina concedido ayer premió el hallazgo del VIH otorgando el galardón al Dr. Luc Montagnier y a la Dra. Françoise Barré-Sinoussi, que en la primera mitad de la década de los ochenta trabajaban en el Instituto Pasteur de París. El hecho de que la Academia Nobel omitiera el nombre del estadounidense Robert Gallo es un claro signo de que esta entidad se pone de parte del lado francés y que no considera al Dr. Gallo codescubridor del VIH, una controversia que se arrastra desde hace años y que se consideraba una herida cerrada. Hasta ahora.

En 1983, el equipo de Montagnier y Barré-Sinoussi publicó en "Science" un artículo en el que se describía un virus, entonces llamado LAV, que podía ser el responsable del sida. Al año siguiente, la ministra estadounidense de Salud, Margaret Heckler, anunciaba el descubrimiento del virus del sida por el equipo de Robert Gallo, un retrovirus que llamaban HTLV-III. Después se descubrió que los dos hablaban del mismo virus y que los franceses habían enviado unas muestras al laboratorio de los estadounidenses que contaminaron su hallazgo. Finalmente, el virus se denominó VIH, tal como lo conocemos desde entonces. Hace ocho años, los dos investigadores compartieron el Premio Príncipe de Asturias por aquel hallazgo.

Sin embargo, la lucha por la paternidad del descubrimiento provocó que incluso se reunieran los presidentes de los respectivos países, Ronald Reagan y Jacques Chirac, con el fin de alcanzar un acuerdo. En 1987 se pactó que se consideraba a ambos científicos "codescubridores" del virus. El acuerdo se revisó en 1994.

En cualquier caso, Maria Maucci, miembro de la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska, declaró ayer que, para los que han otorgado el galardón "no hay ninguna duda acerca de quién hizo el descubrimiento fundamental".

En palabras más o menos parecidas, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, declaró que "el comité tiene una larga historia de premiar a la persona o grupo que ha hecho la primera observación o descubrimiento clave, y así ha sido en este caso. Los premios Nobel siempre se asocian a una gran alegría y a una gran tristeza, dependiendo de quién gana y quién eres".