Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha detectado una alteración genética en la retrotranscriptasa del VIH que afecta a la resistencia a dos de los fármacos más utilizados en el tratamiento del sida, según se desprende de los resultados de la investigación, que aparecen publicados en el "Journal of Molecular Biology". El trabajo ha sido dirigido por el investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Luis Menéndez Arias, y se centra en la retrotranscriptasa del VIH, una proteína responsable de la replicación del material genético del virus. En la actualidad, existe una decena de fármacos que inhiben la acción de esta proteína, y que forman el grupo de medicamentos más importante en la lucha contra el sida. Combinados con otros fármacos, como son los inhibidores de la proteasa, los inhibidores de retrotranscriptasa constituyen la primera línea de defensa frente a la infección. Para el Dr. Menéndez, "uno de los problemas más serios del tratamiento antirretroviral es su ineficacia en algunos casos, lo que facilita la aparición de cepas del VIH resistentes". Los virus resistentes pueden presentar múltiples mutaciones, además de otras alteraciones genéticas (inserciones o deleciones), lo que "puede permitirles burlar la acción de los fármacos antirretrovirales". En concreto, los autores han estudiado una deleción que afecta a la retrotranscriptasa del VIH. Esa deleción, que da lugar a la pérdida de un aminoácido potencialmente importante para la multiplicación del virus, hace que el VIH se haga más sensible a un tratamiento con AZT (zidovudina) y, por otro lado, que sea más resistente al 3TC (lamivudina). Tal como señala el Dr. Menéndez Arias, las deleciones en la retrotranscriptasa del VIH son "poco frecuentes y suelen aparecer en virus resistentes a múltiples fármacos", obtenidos de pacientes sometidos a múltiples tratamientos antirretrovirales. "Sin embargo, es necesario señalar que estas alteraciones genéticas también se han detectado en virus carentes de otras mutaciones de resistencia", añade. Este último dato alerta sobre la posibilidad de que mutaciones y otras alteraciones genéticas poco frecuentes puedan jugar un papel relevante en la adquisición de resistencia a largo plazo y, como consecuencia, conducir a un fracaso terapéutico. Por ello, su detección previa resulta necesaria para administrar el tratamiento antirretroviral más adecuado. |