Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las arrugas faciales y la piel caída de las ancianas no mejoran con una terapia hormonal en baja dosis y de largo plazo, según demostró un nuevo estudio realizado en Estados Unidos.
El equipo, dirigido por la doctora Tania J. Phillips, de la Universidad de Boston, le asignó al azar a 485 mujeres posmenopáusicas una dosis de placebo o una terapia hormonal en baja o alta dosis para controlar los cambios cutáneos leves a moderados asociados con el envejecimiento. Las participantes tenían unos 54 años en promedio.
A las cuatro, 12, 24 y 36 semanas del estudio, como así también en el análisis final a las 48 semanas, el equipo no registró diferencias significativas entre los tres grupos en cuanto al nivel de arrugas, piel caída y textura. Tampoco se observaron modificaciones significativas en la autoevaluación de la gravedad de las arrugas entre las semanas 24 y 48 y el control previo al inicio del tratamiento.
"Varios estudios previos analizaron la efectividad de una dosis alta de la terapia, pero no de la dosis baja que se está utilizando", dijo Phillips.
Los médicos de mujeres posmenopáusicas preocupadas por la apariencia de la piel deberían recomendarles "un adecuado cuidado básico de la piel, incluido el uso regular de pantalla solar", opinó la autora.
"Para reducir el fotoenvejecimiento se puede usar un retinoide tópico", agregó.
Asimismo, la experta sugirió "orientar los futuros estudios a la terapia hormonal de uso tópico, con baja probabilidad de tener efecto sistemático y beneficiar potencialmente la piel".

Fuente: Nueva York , septiembre 29/2008 (Reuters Health)