Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Anatómicamente, la forma en la que el organismo sabe que ha tenido una eyaculación y el impacto que ésta tiene sobre su funcionamiento, es más compleja de lo que parece, según un nuevo estudio desarrollado por especialistas de la Universidad de Cincinnati (EE.UU.), que ahora se presenta en la reunión de Biología Experimental 2003 que tiene lugar en San Diego, California (EE.UU.).



Los autores de este nuevo trabajo identificaron hace escasamente un año las células de la médula espinal dorsal que controlan la eyaculación en las ratas y la ruta neuronal por la cual viajan las señales entre los órganos sexuales del cuerpo y el cerebro.



Después de una lesión de la médula espinal dorsal que evita que la sensación llegue al cerebro, los seres humanos y otros animales pueden aún mantener una erección y eyacular como efecto de un estímulo.



Pero la ubicación de este generador espinal de la eyaculación ha seguido siendo un misterio hasta que una de las autoras del presente trabajo, la doctora Lique Coolen, ubicó las neuronas lumbares espinotalámicas en la parte inferior dorsal, dado que estas neuronas parecían activas tan solo después de la eyaculación y no durante la excitación sexual.



Cuando los investigadores emplearon una toxina altamente selectiva para destruir las neuronas talámicas en ratas macho adultas, las ratas parecieron no notarlo.



Continuaron con su interés y comportamiento sexual habitual, incluida la penetración de la hembra, pero ya no tuvieron eyaculación, lo que confirma que es ahí donde estaban las células que los investigadores estaban buscando.



Las neuronas lumbares espinotalámicas emiten señales sensoriales relacionadas con la eyaculación, que también contribuyen a la activación de la inducción al apareamiento en los circuitos cerebrales involucrados en la regulación de la motivación y la recompensa, el sistema mesolímbico y mesocortical.



Empleando marcadores y medidas neuroanatómicas de activación de receptores, los investigadores pudieron mostrar que el cerebro libera varios compuestos neuroquímicos durante las diferentes fases del acto sexual.