Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El único caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) detectado en mayo pasado en Canadá y que paralizó las exportaciones de carne, pudo ser importado de Estados Unidos hace cinco años, estimaron el jueves autoridades sanitarias. El doctor Claude Lavigne, de la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (ACIA), informó que las autoridades fitosanitarias de Estados Unidos saben de esta posibilidad desde el 12 de junio pasado.

La ACIA publicó este jueves su informe final sobre la investigación de este caso de enfermedad de las vacas locas en la provincia de Alberta y estableció una relación con 25 000 vacas en gestación importadas de Estados Unidos en 1998. Reveló que en 1998 hubo una súbita y fuerte importación de bovinos de Estados Unidos, en particular 25 000 vacas en gestación, y que eso tuvo lugar antes de que se impusiera la prohibición total de alimentar esos rumiantes con proteínas animales. Hasta este momento Canadá no puede excluir la posibilidad de que este caso particular esté relacionado con "esta enorme y única importación de vacas preñadas" que tuvo lugar antes de que se instaurara el sistema de identificación de bovinos, según la ACIA.

Esa situación se produjo un año antes de que la regulación (de identificación) fuera interpretada de manera que permitiera la entrada directa en Canadá de animales sin exámenes por la brucelosis y la anaplasmosis, afirmó en declaraciones a la prensa el doctor Lavigne. Añadió que del 70 al 80% de esos animales importados de Estados Unidos eran de la raza black Angus, como la vaca detectada con EEB en Alberta, y fueron integrados en los rebaños canadienses sin posibilidad de ser identificados en cuanto al origen.

Lavigne resaltó el alto grado de integración de las ramas ganaderas de Canadá y Estados Unidos y apuntó que los elementos de riesgos son comunes a ambos países por el fuerte tráfico transfronterizo de bovinos. El directivo de la ACIA manifestó que no fue posible seguir la pista para verificar el origen de la vaca Angus que padecía de EEB, porque se perdieron las identificaciones sobre la procedencia de esos animales. Los investigadores canadienses han reabierto el caso de un toro importado de Inglaterra que en 1993 fue detectado con la EEB, y se plantea la hipótesis que otros animales infectados con esa enfermedad pudieron haber entrado en América del Norte.

Desde que se descubrió el caso de EEB en Alberta fueron paralizadas las exportaciones de bovinos, cárnicos y subproductos de la carne destinadas a Estados Unidos, México, Japón y Corea del Sur, pero no a la Unión Europea. La industria de carne está perdiendo millones de dólares semanales por esta suspensión de las exportaciones, y si el informe final de la ACIA apunta hacia la posibilidad de que esa vaca Angus haya sido importada de Estados Unidos, la situación puede agravarse.

En Canadá cerca de 2 000 bovinos que estuvieron en contacto con el caso de las vacas locas fueron abatidos para ser investigados, sin que se descubriera otro caso.