Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Constatamos consternados los enormes destrozos provocados en el país por los huracanes Ike y Gustav. Las terribles consecuencias de estos fenómenos meteorológicos, lejos de desanimar a nuestro pueblo, lo movilizan hacia las urgentes labores que demandan la atención a los compatriotas damnificados y la reconstrucción de los daños a la infraestructura. Los científicos cubanos, como parte indisoluble de nuestra nación, estamos sumados a ese esfuerzo. Investigadores y técnicos cubanos han contribuido durante muchos años con su trabajo constante, modesto y callado al mejor conocimiento y manejo de los desastres naturales que azotan a nuestro país, a nuestra región y a otras partes del mundo. Cuando nuestro pueblo presta atención a las advertencias y recomendaciones de respetados especialistas acerca de las posibles amenazas de cada huracán, aprecian que a través suyo se expresa también el esfuerzo anónimo de muchos otros científicos y técnicos en diferentes disciplinas y tareas que contribuyen, con su labor diaria y constante, a construir el complejo conjunto de datos, observaciones y conclusiones que resultan imprescindibles para conocer no sólo cada detalle de tales fenómenos, sino también las diferentes condiciones de riesgo y las mejores formas de enfrentarlas, todo lo cual contribuye a garantizar la protección de los ciudadanos y las instalaciones.
La labor de los hombres y mujeres dedicados a la ciencia, la tecnología y la innovación es ahora más importante que nunca, por lo que es imprescindible la consagración y el trabajo constantes. Ante la enorme tarea de reconstrucción, desde cada uno de nuestros puestos de trabajo, seguiremos laborando sin descanso por hacer avanzar la ciencia en Cuba y por su contribución a la ciencia internacional. Por otra parte, si fuera menester postergar cualquier tarea de la ciencia para ayudar a levantar edificaciones caídas, o a reponer techos perdidos, estaremos en la inmediata disposición de hacerlo.
En medio de estas difíciles circunstancias, hacemos un llamado a la solidaridad de nuestros colegas en todo el mundo para apoyar la recuperación de las enormes pérdidas ocasionadas a Cuba por los huracanes Ike y Gustav y aliviar las difíciles condiciones que han dejado tras de sí estos fenómenos meteorológicos.
De modo especial, nos dirigimos a nuestros colegas en los Estados Unidos de América para hacer un llamado a que demanden del gobierno de su país que ponga fin a todas las restricciones de carácter económico, comercial y financiero contra Cuba y que permita a nuestro país, sin los condicionamientos políticos que se han dilatado criminal e inútilmente por casi medio siglo, la adquisición de los recursos imprescindibles en los mercados estadounidenses, en atención a las apremiantes necesidades que enfrentan decenas de miles de nuestros compatriotas.
Contamos con la solidaridad y el apoyo de los colegas de todo el mundo y reiteramos al pueblo de Cuba que los trabajadores de la ciencia nos consagraremos más que nunca a nuestro trabajo, para contribuir de esa forma a la recuperación del país y a su desarrollo ulterior.
Academia de Ciencias de Cuba, Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Ciencia, Brigadas Técnicas Juveniles, Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores.
19 de septiembre de 2008.