Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un mes de vacaciones no es suficiente para eliminar el estrés. La mente necesita periodos más prolongados de descanso para recuperar su plenitud. Eso es lo que recomienda, muy a pesar de los jefes, el profesor titular y jefe clínico de Psiquiatría del Hospital Clínico de San Carlos, José Luis Carrasco Perera.



A su juicio, es "necesario tener periodos de relax, de ausencia de presión psicológica, y de ausencia de necesidad de rendimiento, es decir, de no tener a las neuronas trabajando en exceso".



Sin embargo, el periodo de vacaciones no tiene por que ser "igual para todo el mundo", ya que depende "de las personalidades". Así, recordó que mientras que en Europa la duración de las vacaciones es de un mes, en Estados Unidos tan sólo se dispone de 15 días.



Carrasco resaltó que existen personas "que viven las cosas con mucha tensión, con mucho estrés psíquico, y son las que necesitarían parar durante más tiempo". En cambio, señaló que hay otras personas que llevan las cosas de forma diferente, "que necesitan realizar algún tipo de actividad laboral para sentirse bien y quizás necesitarían menos vacaciones".



Por otro lado, insistió en que en el caso de disponer de un mes de vacaciones "es bastante saludable coger el mes seguido porque ayuda a recuperarse psicológicamente y físicamente y a desconectar de las causas de estrés psicológico para lo que se necesitan varios días".



Acerca de la mejor época para coger vacaciones, aseguró que "depende de la personalidad del individuo", aunque destacó que "en general la luz y el calor invitan más tanto física como psicológicamente al disfrute, al relajo y a la actividad lúdica".



Perera explicó además que la razón por la que se escoge los meses de verano es "histórica y porque en esa época a uno se le ocurren más ideas sobre que hacer cuando no está trabajando". "Hay personas que en verano o en primavera están más dispuestas y más activas para tener actividades de ocio, para pensar de una manera más lúdica, más divertida, y que quizás en invierno no podrían relajarse. En cambio hay otras personas que no toleran bien el verano".



"Hacer cosas que nos produzcan estrés es desperdiciar las vacaciones, aunque el descansar de forma obligada es también una forma de estrés", concluyó.