Los análisis realizados a la leche que se vende en China han desvelado que alrededor del 10% de las muestras de las dos principales empresas lácteas del país contenían melamina. Las pruebas, realizadas por la agencia de seguridad alimentaria china, vienen a confirmar los análisis ya llevados a cabo en Hong Kong. Entre las pruebas contaminadas se encuentran las de las dos grandes compañías lácteas del país, Mengniu y Yili, esta última, de propiedad estatal. Sin embargo, la agencia trata de tranquilizar a la población, señalando que un adulto tendría que haber estado bebiendo al menos 2 litros diarios de las marcas con leche adulterada para llegar a sufrir los fallos renales que causaron la muerte de cuatro recién nacidos. Al menos otros 6.200 lactantes chinos han desarrollado litiasis renal o algún otro tipo de problema, aunque la cifra oficial se mantiene congelada desde hace dos días, y podría aumentar drásticamente de un momento a otro. El escándalo alimentario que sacude a China comenzó la semana pasada después de que corriera el rumor de que los artículos del Grupo Sanlu, el mayor productor de leche en polvo de China, estaban enfermando a los niños. Sanlu inicialmente rechazó los cargos, asegurando que se trataban de productos con un falso etiquetado, pero después se supo que la compañía tenía conocimiento del problema al menos desde marzo, y el Gobierno desde junio. |