Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio realizado por investigadores del Dana-Farber Cancer Institute y del Broad Institute, con la colaboración de los científicos José Baselga y Josep Tabernero, del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ha descubierto el papel que desempeña el gen CDK8 en el desarrollo del cáncer de colon, un gen que hasta ahora no se había relacionado con este tumor.

El trabajo, que se publica en la edición digital de "Nature", ha sido posible gracias a nuevas herramientas que evaluan la actividad de genes específicos que, a medida que se perfeccione, podrá dar lugar a más hallazgos en relación con la genética del cáncer y también a nuevas terapias.

Según el Dr. William Hahn, del Broad Institute y autor principal de este trabajo, este primer estudio supone "la confirmación de que muchos de los genes relacionados con el cáncer aún no han sido identificados". "En lo que se refiere a la identificación de genes para buscar nuevas terapias, en estos momentos sólo estamos dando los primeros pasos", apunta el investigador.

Según explican los autores, muchas de las proteínas anómalas relacionadas con el cáncer son conocidas como factores de transcripción porque pueden "leer" el ADN de la célula y usar esta información para producir otras proteínas celulares. Aunque los factores de transcripción son reguladores importantes del proceso, se ha visto que es imposible que estas proteínas sean dianas terapéuticas. Sin embargo, los genes que influyen en estos factores de transcripción sí que son interesantes dianas terapéuticas, ya que tienen potencial para interrumpir el desarrollo tumoral y destruir a las células tumorales. El CDK8 es uno de esos genes.

La investigación comenzó centrándose en una proteína llamada catenina beta, un factor de transcripción sobreactivado en casi todos los cánceres colorrectales. Si bien este factor desempeña un papel en la formación inicial de tumores, otras anomalías genéticas deben producirse para que los tumores sean totalmente malignos.

Para determinar qué genes controlan la producción de catenina beta y están implicados en la proliferación de las células tumorales del colon, los investigadores llevaron a cabo tres pruebas de cribado. En las dos primeras emplearon interferencia de ARN para desactivar más de mil genes, uno a uno, y registrar dónde la actividad de la catenina beta disminuía y las células dejaban de crecer. La siguiente prueba consistió en analizar cánceres de colon en busca de genes con copias de más. Cuando examinaron los resultados de las tres pruebas destacó el papel del CDK8.

Señalan que la proteína producida por este gen es parte del llamado "complejo mediador", una conglomeración de proteínas que sirve de puente para las sustancias implicadas en la transcripción genética. "Este estudio demuestra que bloquear el CDK8 interfiere con la proliferación de las células tumorales del colon, que presentan altos niveles de la proteína CDK8 y de catenina beta sobreactivada. Fármacos que se dirijan al CDK8 podrían ser útiles contra tumores cuyo crecimiento está dirigido por la catenina beta", concluye el Dr. Hahn.

Nature 2008;doi:10.1038/nature07179