Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los diabéticos que reciben tratamiento farmacológico intensivo rápidamente después del diagnóstico son más saludables, aún cuando se vuelvan menos estrictos en el control de la glucosa más adelante en su vida, indicaron el miércoles expertos británicos.
Esto implica que sería muy importante prescribir fármacos contra la diabetes tempranamente, incluso en las personas en las que se diagnostica diabetes tipo 2, en lugar de indicarles dieta y ejercicio primero, informaron los investigadores en New England Journal of Medicine (NEJM).
"Ahora sabemos no solo que el buen control de la glucosa en el momento en que la diabetes tipo 2 se diagnostica disminuye la tasa de complicaciones diabéticas, sino además que esta intervención temprana conduce a beneficios sostenidos a largo plazo", dijo Rury Holman, de la Universidad de Oxford, que dirigió el estudio.
En la diabetes tipo 2, el organismo pierde gradualmente la capacidad de usar la hormona insulina de forma adecuada para convertir los alimentos en energía.
Los niveles de azúcar aumentan, lo que puede dañar la vista y los riñones y provocar enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y amputaciones de las extremidades.
La enfermedad afecta a alrededor de 246 millones de adultos en todo el mundo y representa el 6% de las muertes globales. El 90% de los casos son de diabetes tipo 2, que está muy vinculada con la obesidad y la inactividad física.
La dieta estricta y el ejercicio vigoroso, regular y sostenido pueden revertir la dolencia, pero para las personas muchas veces resulta muy difícil cumplir estos requisitos.
En el mercado existen diferentes clases de medicación para tratar la diabetes tipo 2.
Los resultados de la nueva investigación a gran escala, desarrollada desde 1998, muestran que los efectos protectores de la intervención temprana para mejorar el control del azúcar en la sangre se mantienen después de 10 años en lo que respecta a la retinopatía diabética y la enfermedad renal.
Las personas que recibían medicamentos genéricos de la clase sulfonilurea para reducir la glucosa a niveles óptimos tenían un 15% menos de riesgo de padecer ataques cardíacos.
Esos pacientes eran además un 13% menos propensos a morir que los voluntarios que controlaban la diabetes fundamentalmente a través de una dieta estricta, reveló el estudio.
El impacto fue mayor entre las personas que tomaban metformina, dado que tenían un 33% menos de riesgo de sufrir ataques al corazón y eran un 27% menos proclives a morir que quienes realizaban dieta estricta.
El seguimiento de 3277 personas que participaron en el estudio original demostró que estos beneficios para la salud permanecen por al menos 10 años, aún cuando aparecen diferencias en el control del azúcar en la sangre.
NEJM: http://content.nejm.org/

Fuente: Londres, septiembre 10/2008 (Reuters)