Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los recién nacidos amamantados mientras los médicos les extraen una muestra de sangre del talón sienten mucho menos dolor que aquellos a los que se les da agua azucarada durante ese procedimiento de rutina, demostró un nuevo estudio.
"Si se confirman nuestros resultados, la lactancia durante un procedimiento con dolor leve podría ser una forma no invasiva, natural y accesible de reducir el dolor en las unidades neonatales", concluyó el equipo dirigido por el doctor Luigi Codipietro, del Hospital Agnelli, en Turín, Italia.
Inmediatamente después del parto, los médicos les extraen una muestra de sangre a los bebés con un pinchazo en el talón para controlar el nivel de azúcar en sangre y detectar distintos problemas congénitos.
Desde el reciente reconocimiento de que los recién nacidos pueden sentir dolor, y de hecho serían más sensibles a este que los niños mayores, comenzaron a investigarse varios enfoques para reducirlo y ayudarlos a sobrellevar este y otros procedimientos dolorosos.
Estudios demostraron que la administración de sucrosa puede reducir el dolor en los bebés, mientras que la lactancia también tendría efecto analgésico. En el nuevo trabajo, el equipo comparó ambas técnicas en 101 bebés nacidos a término.
Los que eran amamantados durante la extracción de una muestra de sangre del talón obtuvieron resultados mucho más bajos, según una escala de medición del dolor que usa las expresiones faciales, el comportamiento, los latidos cardíacos y la cantidad de oxígeno en la sangre en los bebés para evaluar el nivel de dolor de 0 a 21.
La mayoría de los bebés amamantados recibieron 3 puntos, comparados con los 8,5 puntos de los bebés a los que se les había administrado agua azucarada.
La mayoría de los bebés amamantados lloraron por primera vez en el procedimiento durante 3 segundos, comparados con los 21 segundos en el grupo tratado con agua azucarada.
Esos bebés tenían también menos sobresaltos en los latidos cardíacos, una menor caída de la saturación del oxígeno y durante los dos minutos posteriores al pinchazo en el talón lloraron durante el 8% del tiempo, comparado con el 56% del tiempo entre los bebés tratados con agua azucarada.
Los efectos analgésicos de la lactancia podrían atribuirse a varios aspectos, señaló el equipo, como el contacto con la piel, la estimulación proporcionada por la leche materna o sostener al bebé en brazos.

Fuente: Nueva York, septiembre 8/2008 (Reuters Health)