Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo de cardiólogos del hospital universitario de Munich logró, por primera vez en el mundo, realizar una operación de bypass instalando directamente un milimétrico tubo de acero en el ventrículo del paciente. Así lo anunció el martes, el profesor Bruno Reichart, quien explicó que el método ya había sido aplicado con éxito en cinco pacientes. La ventaja principal del nuevo procedimiento es que, mientras hasta ahora se tenía que recurrir a venas entre 10 y 12 centímetros del propio paciente, para abrir las vías cardíacas obstruidas, los tubos utilizados en Munich tienen sólo entre 17 y 28 milímetros, explicó el cardiólogo Calin Vicol.

"Cuanto más corto sea el bypass menos riesgo hay de que se produzca una nueva obstrucción", dijo Vicol. Antes de aplicarlo a pacientes, el nuevo método fue experimentado en cerdos durante cinco años.