Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Según investigadores del Massachusetts General Hospital de Boston (Estados Unidos), monitorizar los niveles de una hormona llamada factor de crecimiento del fibroblasto 23 (FGF-23) podría ayudar a mejorar el tratamiento de los pacientes de insuficiencia renal, según publica “New England Journal of Medicine”. Su análisis de información de pacientes reveló que los que tenían niveles elevados de FGF-23 cuando comenzaron con la hemodiálisis tuvieron muchas más probabilidades de morir durante el primer año de tratamiento, independientemente de otros factores de riesgo. Los pacientes con los mayores niveles de FGF-23 tenían un riesgo 600% mayor de muerte que los que tenían los niveles más bajos. Los pacientes que tenían niveles intermedios de FGF-23 también estaban en mayor riesgo de muerte. "El FGF-23 ayuda a regular los niveles de fosfato en el suero y sabemos que, entre los pacientes de insuficiencia renal, el fosfato elevado se relaciona con un avance más rápido a la insuficiencia renal y a la muerte prematura", señaló en un comunicado de prensa el Dr. Myles Wolf, líder del estudio. "Los resultados de este estudio sugieren que necesitamos preocuparnos por el control del fosfato incluso para los pacientes cuyos niveles de fosfato en el suero sean normales, lo que podría implicar la evaluación rutinaria del FGF 23". "Incorporar los niveles de FGF-23 a la gestión de la insuficiencia renal podría tener su mayor potencial para el tratamiento de los millones de pacientes que están en las primeras etapas de la enfermedad que aún no necesitan diálisis, los cuales tienen generalmente niveles normales de fosfato pero niveles bastante elevados de FGF-23", agregó el Dr. Wolf. "Monitorizar rutinariamente el FGF-23 podría ayudar a determinar qué pacientes necesitan comenzar terapias para controlar los niveles de fosfato, lo que podría reducir la mortalidad en este grupo de muy alto riesgo". New England Journal of Medicine 2008;359:584-592 |