Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe), ha hecho un llamado a la sociedad y a las administraciones para que sean conscientes de la importante relación que existe entre el consumo de drogas y la discapacidad.
Javier Font -presidente de FAMMA-, ha recordado que el consumo de estas sustancias desencadena a largo plazo graves consecuencias para el organismo y que asociados al consumo de drogas se encuentran múltiples daños en el sistema inmunológico, lo que ocasiona gran vulnerabilidad ante posibles infecciones.
“La cocaína, el cannabis, la heroína, el hachís, el crack o las drogas de diseño, son sólo algunos ejemplos de la gran cantidad de sustancias ilegales que provocan daños físicos y orgánicos en los adictos”, afirma Font.
El alcohol ocasiona daños en el cerebro, mientras que el consumo crónico de este tipo de sustancias provoca lesiones irreparables en la médula ósea derivados de su envenenamiento, lo que desencadena daños en los nervios craneales, óptico y acústico.
Según la FAMMA, hay que prestar atención al primer consumo de droga que se produce en edades más tempranas, lo que agrava las consecuencias. Los últimos datos -del 2006- recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reportan que los 13 años es la edad media en la que se inicia el consumo de alcohol, tabaco y sustancias volátiles.
La edad de inicio en el consumo de tabaco estaba entonces en los 13,1 años (diario a los 14,2), el de sustancias volátiles como el pegamento a los 13,6, el de alcohol a los 13,8 (con periodicidad semanal a los 15), el de cannabis a los 14,6, el de heroína a los 14,7, el de cocaína a los 15,4, el de alucinógenos y éxtasis a los 15,5 y el de anfetaminas a los 15,6.

Fuente: Madrid, agosto 7/2008 (EFE)