Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Para algunas personas, un sólo cigarrillo es suficiente para quedar atrapadas por la nicotina, mientras que a otras probar el tabaco les produce rechazo.
Investigadores canadienses hallaron una región del cerebro de las ratas que sería la clave de estas diferencias.
Al manipular ciertos senderos moleculares en las células cerebrales llamadas receptores, los expertos lograron controlar qué ratas del estudio disfrutaban su primera exposición a la nicotina y cuáles se sintieron repelidas por el químico.
"Nuestros resultados explicarían una vulnerabilidad individual de adicción a la nicotina y apuntarían a nuevos tratamientos farmacológicos para su prevención y el abandono del hábito", dijo el doctor Steven Laviolette, de la Universidad de Western Ontario.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la Journal of Neuroscience.
Varios estudios hallaron que ciertas personas son especialmente receptivas a los efectos de la nicotina.
Uno de esos trabajos, publicado en octubre del 2007 en la revista Pediatrics, reveló que los adolescentes que sienten relajación después de su primer aproximación a un cigarrillo eran mucho más propensos a convertirse en adictos al tabaco.
"Durante la fase inicial de exposición al tabaco, muchas personas hallan la nicotina muy poco placentera y les causa aversión, mientras que otras se volverían rápidamente dependientes a ella y la encontrarían muy reconfortante", explicó Laviolette.
Para evaluar esa diferencia, el equipo de Laviolette realizó una serie de experimentos sobre ratas que tenían estructuras cerebrales similares a las de los humanos.
Los investigadores dirigieron su atención a dos áreas del circuito de recompensas del cerebro llamado núcleo accumbens. Descubrieron que los receptores específicos del químico llamado dopamina en el núcleo y la cubierta del núcleo accumbens controlaban si los animales disfrutaban o rechazaban la nicotina. Cuando los expertos bloquearon dos tipos de receptores de la dopamina, el D-1 y el D-2, con fármacos administrados en esas zonas del núcleo accumbens, las ratas experimentaron el contacto con la nicotina como algo positivo y reconfortante.
"Pudimos cambiar los efectos de aversión a la nicotina por efectos placenteros", añadió Laviolette. Señaló además que las diferencias naturales en estos receptores explicarían por qué algunas personas son más susceptibles en la adicción a la nicotina.
Quizá lo más importante es que los investigadores también pudieron revertir el proceso, haciendo rechazar la nicotina a las ratas que tenían el equivalente a una adicción de un paquete de cigarrillos por día. Asimismo, los expertos descubrieron que esas zonas del cerebro jugaban un papel importante en el abandono de la nicotina una vez que se desarrolló la adicción.
Manipulando estos receptores de la dopamina, el equipo logró aliviar algunos de los síntomas del abandono tabáquico, para ayudar a las personas a dejar de fumar.
"Si podemos desarrollar tratamientos farmacológicos que apunten a estas regiones, podríamos afectar el desarrollo de la adicción (...) controlando la percepción de los efectos reconfortantes de la nicotina", concluyó Laviolette.
Journal of Neuroscience: http://www.jneurosci.org/
Pediatrics: http://www.pediatrics.org

Fuente: Chicago , agosto 6/2008 (Reuters)