Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los crecientes precios de los alimentos en el mundo muy probablemente llevarán a mujeres pobres a prostituirse a cambio de productos básicos, elevando el riesgo de más contagios de sida, dijeron este lunes funcionarios de las Naciones Unidas (ONU).
Los delegados que participan en la conferencia internacional sobre sida, que comenzó el domingo en la Ciudad de México, citaron los casos de mujeres en Kenia y de pescadoras en el Pacífico que se han visto forzadas a vender su cuerpo para conseguir comida.
"El alimento es una necesidad tan básica, que puedes ver personas verdaderamente yendo a grandes distancias", dijo Fadzai Mukonoweshuro, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el sur de África.
Los crecientes precios de los alimentos -a causa del uso de granos para producir biocombustibles, la mayor demanda en Asia, las sequías y la especulación del mercado- causaron que unas 50 millones de personas más padecieran hambre en el 2007 respecto al 2006, declaró la ONU.
"Eso podría conducir a varias respuestas peligrosas, una de las cuales sería que las mujeres tengan sexo para poder alimentar a sus hijos", según Stuart Gillespie, del Instituto de Investigación de Política Alimentaria Internacional.
"Estudios recientes en Botswana, Suazilandia, Malawi, Zambia y Tanzania han demostrado que hay vinculaciones entre la inseguridad alimentaria profunda y la venta de sexo entre mujeres pobres", explicó.
La sobreexplotación de atún en el Pacífico ha obligado a algunas pescadoras de Nueva Guinea a abandonar sus embarcaciones pequeñas para sumarse a las tripulaciones de barcos grandes, en los que intercambian sexo por restos de comida, explicaron los delegados y funcionarios.
Intercambios similares de "sexo por pescado" también son comunes en las costas del lago Victoria en Kenia, donde las pescadoras se acuestan con los comerciantes para que les paguen mejores precios por el pescado.
Participantes en la conferencia, que cada dos años reúne a expertos y funcionarios de todo el mundo, dijeron que la desnutrición también aumenta los riesgos para las personas que ya son portadoras del VIH.
Los medicamentos para combatir al VIH pueden causar malestares estomacales si son tomados sin alimentos, y los enfermos de sida, muchos también enfermos de tuberculosis, requieren más nutrientes y calorías.
Sin comida suficiente, es más probable que mueran, dijo Martin Bloem, jefe de nutricionistas en el Programa Mundial de Alimentos. Los crecientes precios de los alimentos y otras materias primas podrían dificultar la lucha contra el sida.
"En realidad necesitamos observar esto cuidadosamente. Estamos en una situación de aumento de precio del petróleo, alzas en los precios de los alimentos y al mismo tiempo el costo del sida está creciendo junto a las nuevas infecciones", expresó Kevin De Cock, director del programa contra el sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Atacar el hambre y la enfermedad al mismo tiempo puede representar retos especiales. En Zimbabwe, algunos pobladores rechazarán la ayuda alimentaria si creen que está destinada a los pacientes con sida, argumentando que la comida está contaminada, destacó Mukonoweshuro.
El virus de inmunodeficiencia humana infecta a 33 millones de personas en el mundo -la mitad de estas mujeres- y causa la muerte a dos millones anualmente.
FAO: http://www.fao.org/index_es.htm
OMS: http://www.who.int/es/index.html