Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Al colocar al bebé saludable piel-con-piel sobre el abdomen y el pecho de su madre inmediatamente después de nacer, muestra capacidades extraordinarias. Está alerta. Puede arrastrarse, estimulado por el suave contacto de su madre, a lo largo de su abdomen hasta alcanzar su seno. Empieza a tocar y masajear el seno. Este primer contacto de la mano o cabeza del bebé con el seno estimula la liberación de la oxitocina materna, iniciando así tanto el flujo de leche como la magnitud de los sentimientos de amor por el bebé. Luego el bebé olfatea, toma con su boca y lame el pezón de la madre. Finalmente, se adhiere al seno y se alimenta. Esta secuencia de eventos es importante para la supervivencia de estos pequeños seres humanos. En 1979, ante la disminución de las tasas de lactancia materna en el mundo, Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS), organizaron una reunión sobre la alimentación del lactante y el niño pequeño. El resultado fue la recomendación de un Código Internacional para controlar las prácticas de comercialización de fórmulas infantiles y otros productos utilizados como sustitutos parciales o totales de la leche materna. En Mayo de 1981, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) aprobó el Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna. Desde 1981, 24 países adoptaron el código total o parcialmente y otros 27 incorporaron a su legislación nacional muchas de las normas que estipula. La Conferencia Internacional de Nutrición de 1992 en Roma, definió que una de las principales estrategias para disminuir el hambre y la desnutrición es fomentando la lactancia materna, donde concluye que una de las acciones para aumentar los índices de la lactancia materna en el mundo es la implementación del Código Internacional. Después de 25 años, este código sigue siendo "la piedra angular" para las autoridades de salud pública en regular algunas normas básicas como: No anunciar sucedáneos de leche materna, biberones, ni tetinas. No obsequiar muestras gratuitas a las madres. No realizar promociones en los sistemas de salud, que incluye no ofrecer suministros de fórmula gratis o a bajo costo. No permitir que se entreguen donaciones o muestras gratuitas a los trabajadores de la salud. No utilizar fotografías de bebés, ni palabras que idealicen la alimentación artificial en las etiquetas de los productos; la información suministrada a los trabajadores de la salud debe ser científica y objetiva. La información sobre alimentación artificial, incluyendo la que aparece en las etiquetas, deberá explicar los beneficios y superioridad de la lactancia materna y alertar sobre los peligros relacionados con la alimentación artificial. La implementación del código es fundamental para la salud de los niños y lactantes. Más información en: Al Día Fuente: La Habana, agosto 1/2008 (Al Día) |