Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Las personas en estadio inicial de la enfermedad de Alzheimer y en mejor estado físico presentan menos estrechamiento en las zonas del cerebro que son importantes para la memoria, informaron investigadores. El estado físico y el ejercicio han demostrado desacelerar los cambios relacionados con la edad en el cerebro de las personas saludables. El nuevo hallazgo sugiere que quienes padecen enfermedad de Alzheimer también se beneficiarían. "El mensaje esencial es que, si se tiene enfermedad de Alzheimer, no es demasiado tarde para ponerse físicamente en forma", dijo el doctor Sam Gandy, presidente del Consejo Asesor Médico y Científico de la Asociación de Alzheimer. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Kansas estudiaron la relación entre el estado físico y el volumen del cerebro en 56 adultos sanos y 60 con enfermedad de Alzheimer. Todos tenían más de 60 años. Los expertos evaluaron el estado cardiovascular a través de pruebas de rutina que midieron el consumo de oxígeno. Analizaron el volumen cerebral mediante imágenes por resonancia magnética (IRM), observando específicamente las zonas claves del cerebro asociadas con la memoria, entre ellas el hipocampo. En las personas con Alzheimer, el hipocampo es una de las primeras regiones cerebrales que presenta daño. El equipo halló que las personas que tenían la enfermedad en estadio temprano y estaban físicamente en forma tenían más volumen cerebral en las zonas importantes para la memoria que los pacientes con la condición que estaban en peor estado físico. "Este es el primer estudio que obtiene una mirada interna específicamente de donde esos cambios se producen a nivel cerebral. Podemos localizar las variaciones relacionadas con el estado físico en la región de la memoria, el hipocampo, que es un área clave de la atrofia ligada al Alzheimer", explicó en un comunicado Robyn Honea, quien dirigió el estudio. El mismo equipo señaló a comienzos de este mes que la actividad física ayuda a preservar el volumen cerebral general en las personas con esta entidad. En otra investigación, expertos australianos hallaron que las personas con demencia, que formaron parte de un programa de ejercicio durante 12 meses dirigido por sus cuidadores, tenían menos caídas y mejor calidad de vida. Los investigadores de Australia revelaron que las personas que participaron en el grupo de ejercicio se cayeron mucho menos y tenían mejor equilibrio que aquellas que recibieron atención común. "Apuntar a este grupo en alto riesgo sería una manera relativamente económica de tener un impacto importante sobre la tasa general de caídas entre los ancianos", señaló Megan Wraith, directora del estudio. Fuente: Chicago, julio 28/2008 (Reuters) |