Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Investigadores que trabajan en el cambo de la creación de un páncreas artificial creen que puede ser una realidad dentro de pocos años. La idea es unir en una sola dos tecnologías ya existentes: la monitorización continua de la glucosa y la bomba de insulina. Ese futuro páncreas mecánico reduciría la necesidad de pinchazos para monitorizar la glucosa y de inyecciones de insulina que se administran los pacientes diabéticos varias veces cada día, según explicaron investigadores de Cambridge (Reino Unido) en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos. La primera generación de páncreas artificiales ya está cerca, según opina el investigador Roman Hovorka, quien ya trabaja con varios dispositivos experimentales con componentes de Abbott Laboratorios y de Medtronic. Estos aparatos ya se han probado en algunos pacientes con diabetes tipo 1. Consisten en un sensor que mide continuamente la glucosa, que se implanta bajo la piel, y transmite sus lecturas a un monitor. Un programa informático calcula la dosis correcta de insulina que requiere el paciente, la cual es liberada por una bomba de insulina. La idea es que algunos de estos pacientes que participan en el experimento sean enviados a su domicilio, pero por el momento será necesario que una enfermera esté allí las 24 horas para controlar posibles problemas. Por otro lado, la FDA estadounidense trabaja estrechamente con los investigadores para conocer cuál será el diseño más adecuado, con el fin de autorizarlo rápidamente cuando se considere oportuno. La investigación está financiada por la Fundación de Investigación de la Diabetes Juvenil. |