Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Según los resultados de una investigación de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) publicada en Journal of the American College of Cardiologyy dirigida por el investigador Virend Somers, la relajación de los músculos de la parte superior de la garganta mientras se duerme que provoca la obstrucción de las vías respiratorias en estos pacientes puede conllevar una obstrucción de las arterias coronarias y, en consecuencia, insuficiencia cardiaca con "un mayor pico" de incidencia durante la noche.

Tras analizar a 92 pacientes que habían sufrido un infarto nocturno, de los cuales el 70 por ciento (64) padecía esta afección del sueño, se observó que desde la medianoche hasta las 6 de la mañana la frecuencia de infarto era más alta en estos pacientes con independencia del tratamiento que estuvieran siguiendo. Sin embargo, la tendencia cambiaba a primeras horas de la mañana cuando los infartos eran más habituales en pacientes sin apnea.

A pesar de ello, los investigadores han recomendado que se evalúe a todo aquel que sufra un infarto mientras duerme con el fin de comprobar si padecen el síndrome de apnea obstructiva del sueño. En estos casos, será más fácil de predecir y prevenir las muertes repentinas nocturnas, concluyeron los expertos.